El Parkinson es una enfermedad que cuando se detecta no hay forma de curarla, pero sí se puede controlar, señaló el neurocirujano funcional Fortino Salazar .
“Podemos mejorar definitivamente los síntomas, quitarlos, controlarlos, y hacer un poco más lenta la enfermedad y mejorar la calidad de vida de los pacientes, pero a final de cuentas ahorita todavía no hay una cura, hay tratamientos que se están buscando para llegar a esa etapa, pero no se ha logrado todavía”, reconoció.
El Parkinson, explicó, es una enfermedad neurológica, progresiva, y a mayor edad mayor riesgo de poder padecerla.
Destacó que de los pacientes diagnosticados con la enfermedad de Parkinson, 30 por ciento podría requerir de una terapia asistida por dispositivos.
Es decir, una cirugía que se puede hacer a estos pacientes de estimulación cerebral profunda.
“Probablemente el 1 por ciento de la población en general pueda llegar a padecer Parkinson en algún momento dado, en pacientes mayores de 60 años es mayor ese porcentaje.
“Un 30 por ciento de ellos pudiera requerir una terapia asistida por dispositivos”, explicó.
Esto, dijo, es con el fin de concientizar sobre este tema, y dejar sobre la mesa que a medida que va cambiando la pirámide poblacional del país va a ir aumentando la incidencia y la cantidad de pacientes que tienen esta enfermedad, y que existen tratamientos alternativos.
“Se estima que en los próximos años van a ir aumentando los pacientes que tienen este problema”, señaló.
No hay, comentó, una cuestión específica que lo provoque, más bien se van juntando factores, ya sean ambientales, genéticos propios de cada paciente y los estilos de vida.
Por lo que, enfatizó, tener una buena calidad de vida, una buena alimentación y hacer ejercicio, ayuda a poder prevenir un poco el Parkinson; la cual es una enfermedad que cuando se detecta no hay forma de curarla.
Puede haber Parkinson en pacientes jóvenes, detalló, pero la gran mayoría de los pacientes empiezan entre los 50 a 60 años de edad.
Los síntomas principales que comienzan a tener son temblor de reposo, lentitud de movimientos, rigidez en el cuerpo, problemas para caminar.
“Los pacientes de Parkinson es importante que estén bien detectados y diagnosticados, que sean vistos por un equipo de especialistas, no solo por el neurólogo, porque hay muchos síntomas que no tienen que ver con el movimiento, hay muchos síntomas no motores”, agregó.
El especialista añadió que hay medicamentos como la Levodopa, que en el cerebro el cuerpo la convierte en dopamina y es la que sustituye la falta de esta sustancia en los pacientes con Parkinson.
Sin embargo, con el paso de los años el medicamento va perdiendo efectividad, y es ahí cuando se puede evaluar si son candidatos a otras alternativas de tratamiento.
“Para estos pacientes es aconsejable enviarlos a una evaluación multidisciplinaria para ver si son candidatos al tratamiento de estimulación cerebral profunda, que es una cirugía que se puede hacer para pacientes con Parkinson”, recalcó.