Con el objetivo de darle el ejemplo a sus hijos, Ana Laura Hernández fue uno de los miles de ciudadanos que presidió las 57 mil 436 casillas electorales instaladas este domingo para la consulta de revocación de mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Antes que nada, el ejemplo hacia mis dos hijos que tengo porque bien dicen que ‘el ejemplo arrasa’ y porque realmente no había participado en ninguna jornada electoral de ningún tipo; entonces quería experimentar”, relató al cierre de su casilla.
En entrevista para MILENIO, destacó el trabajo de la capacitadora electoral del INE durante el proceso de revocación, pues en todo el periodo se sintió acompaña por el personal del órgano electoral.
“La representante (sic) del INE que nos tocó cumplió en todo, siempre estuvo al pendiente, siempre me contestaba los mensajes, siempre estuvo al 100; no tengo ninguna queja”.
Hernández recordó que la figura de revocación de mandato fue una de las promesas de campaña de López Obrador: “lo está cumpliendo, se me hace beneficioso para él y la sociedad”.
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“(La revocación de mandato) es válida porque ya lo tuvimos tres años, al final de cuenta es quien tiene que decidir si está cumpliendo sus promesas de campaña o está omitiendo todo”.
La presidenta de casilla confesó que tuvo “algo de nervios” durante la jornada porque era su primera vez “pero creo que nos fue bastante bien. La población en la colonia participó muy bien, fue sencillo y rápido”, aunque no cree repetir la experiencia por las responsabilidades familiares que tiene.
La vecina de la colonia Héroe de Nacozari, en la alcaldía Gustavo A. Madero, hizo un llamado a quienes no participaron en el ejercicio a hacerlo, pues ella considera que también es una obligación ciudadana revocar o ratificar el mandato del Presidente en turno.
“Como bien dicen, eso exigimos, como pueblo exigimos claridad, cumplimiento; el presidente Andrés Manuel está cumpliendo lo que dijo de revocación y la ciudadanía tendría que participar porque está en la obligación de decidir si quieren que siga o si no quieren que ya siga”.
Adultos mayores, protagonistas de la sección 1491
Con 20 minutos de retraso, la casilla presidida por Ana Laura Hernández, de la sección 1491, inició la recepción de votos de la ciudadanía, en la cual destacó la participación de adultos mayores.
Ubicada en la calle Gayarre 33, en las cercanías del Metro La Raza, la casilla contigua 1 recibió 208 votos, de mil 65 papeletas disponibles para los vecinos de esa zona; aproximadamente 97 fueron emitidos por adultos mayores, de acuerdo con un monitoreo que MILENIO hizo durante toda la jornada.
En esa casilla, 185 votaron para que López Obrador siga en la Presidencia; 22 para que se le revoque el mandato y sólo uno fue nulo.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la Ciudad de México tiene un índice de envejecimiento más alto del país, pues cuenta con 90 adultos mayores por cada 100 niños con menos de 15 años.
Tan sólo en esa alcaldía, 17.4 por ciento de la población son mayores de sesenta años, de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020, del Inegi.
Una de las hipótesis por las cuales algunos adultos mayores respaldaron al presidente López Obrador es por la historia que ese sector tiene con él: desde la jefatura de Gobierno del entonces Distrito Federal, ellos se vieron beneficiados con una pensión, la cual tiempo después se replicó en el país con el programa 70 y más.
El primero en votar fue un adulto mayor, quien llegó minutos antes de las 08:00 horas a la casilla y con la expresión que su voto "fuera el de la suerte".
La última en emitir su voto, justo, un minuto antes del cierre de las casillas, fue una adulta mayor, pero en las diez horas de la jornada de votación, adultos mayores solos, acompañados de sus hermanos, hijos o matrimonio asistieron a emitir su voto.
Unos fueron a votar en silla de ruedas, otros, apenas si podían desplazarse, y otros con ímpetu, pero sin importar su estado de salud acudieron con su credencial de elector, la cual, en la mayoría de los casos la tenía muy cuidada sólo con el desgaste natural y las marcas de la perforadora que los funcionarios de casilla realizan en cada voto.
Algunos adultos mayores no pudieron ocultar sus filias o fobias respecto al presidente López Obrador, una ciudadana estaba enojada porque no ha recibido el pago de un programa social del Bienestar durante seis meses. Otros, en cambio, preguntaban a la presidenta de la casilla cómo iba la participación ciudadana.
AMP