Si bien la Secretaría de Seguridad Pública estatal inició un operativo de búsqueda de posibles fosas clandestinas al interior del ex penal de Topo Chico, no hay certeza que se encuentren restos humanos, declaró el asesor penitenciario estatal Eduardo Guerrero.
El asesor dijo que por lo pronto, dicho operativo, en el que participan elementos de Fuerza Civil, el Ejército Mexicano y la Fiscalía, entre otros, se encuentra en una etapa de exploración y reconocimiento de las 10 hectáreas que conforman las instalaciones.
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“No hay información de que pudiera haber fosas al interior de Topo Chico. Esta investigación sale de un exhorto que lanza una diputada local, haciendo petición que se busquen fosas al interior del recinto.
“No, no hay ninguna certeza de que haya cuerpos”, agregó.
Sin embargo, en las primeras exploraciones realizadas dentro del penal se encontraron armas largas y cortas, cartuchos, botellas de whisky, cervezas y objetos punzocortantes, a lo que dijo tener previo conocimiento tras un análisis realizado en marzo del presente año.
“Desde que se hizo el análisis sabíamos que había cosas y objetos prohibidos al interior del centro.
“Y conforme fuimos trabajando en el proceso de inteligencia, pudimos ir determinando dónde era probable que hubiera armas de fuego, cuchillos, droga y todo lo que se encontró en marzo de este año, cuando se hizo un operativo importante para especular las bandas que operaban al interior”, informó.
Guerrero admitió que desde hace tiempo ya había un autogobierno dentro del ex penal de Topo Chico, por lo que el gobernador Jaime Rodríguez dio la instrucción que se tenían que “desmembrar” las bandas que allí gobernaban.
“Había un autogobierno que tenía muchos años en el penal de Topo Chico. El gobernador fue claro: se tenía que desmembrar las bandas que venían operando desde el interior del centro penitenciario”, declaró el asesor.
Asimismo, señaló que el cierre del penal se debió a que este era “inoperable”, debido a las condiciones en que se encontraba, y no tenía caso invertir más en infraestructura.
“El penal de Topo Chico es un penal que se cierra porque es inoperable, no porque sea ingobernable, son cosas totalmente distintas. Fue un penal que se cerró en completa paz.
“No tenía caso meterle dinero al centro penitenciario. Costaba mucho dinero el ponerlo en condiciones de infraestructura necesarias para que el penal operara adecuadamente, y brindara medidas de seguridad tanto para las personas privadas de la libertad, oficiales, personal técnico y las familias que los visitan”, concluyó.
Luego de que el penal de Topo Chico fuera clausurado el pasado lunes, el Gobierno del Estado informó que una vez demolidas las instalaciones del recinto se crearán un parque y un Archivo General del Estado en el lugar.