A los Metros que operan en el país les urge una administración federal para el mejor manejo de sus recursos, la compra de refacciones y el cumplimiento de normas internacionales, señaló Christopher Cernichiaro, integrante del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
En entrevista con MILENIO, indicó que es necesario que los gobiernos de Ciudad de México, Nuevo León y Jalisco —donde opera ese tipo de transporte público— entreguen esta responsabilidad al gobierno federal.
Recordó que tras su inauguración el 4 de septiembre de 1969, el Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC), que nació bajo una administración del gobierno federal, pasó al dominio administrativo del entonces Distrito Federal por un decreto el presidente en ese periodo, Carlos Salinas de Gortari, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 17 de junio de 1992.
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Agregó que si bien es incierto saber si el Metro hubiera podido tener una mejor administración sin habérsele domiciliado, los gobiernos centrales poseen mayor capacidad técnica y administrativa para recaudar recursos y proveer bienes y servicios.
Uno de los metros más conocidos por su eficiencia al transportar al día más de 8 millones de personas es el metro de Tokio, el cual se encuentra administrado por Japan Railways, organismo federal que tiene en sus manos también las líneas de metro de Osaka y Kioto en el país nipón.
El metro de Alemania, conocido como Untergrundbahm o U-Bahn, es administrado por cada estado y el gobierno federal tiene principal injerencia; ahí existe el Ministerio Federal de Transporte e Infraestructura Digital, el cual tiene presencia en todo el país y garantiza la eficiencia del transporte público local.
Normas y mantenimiento
En CdMx, el STC depende del gobierno capitalino, pero no está sujeto a reglas federales de ferrocarriles y su normatividad y operación tampoco es vigilada por organismos de transporte federales, como ocurre con los mejores metros del mundo.
Antes de la pandemia, durante los primeros meses de 2020, el Metro transportaba 130.7 millones de personas al mes, pero la Estadística Mensual sobre el Transporte Urbano de Pasajeros del Inegi expuso que esta cifra disminuyó a 62.7 millones de pasajeros en mayo del año en curso.
Cernichiaro indicó que cuando se asignan menos recursos a infraestructura, las tasas de crecimiento tienden a resultar inferiores en comparación a cuando se le destina mayores recursos, a lo que añadió que más inversión aumenta la productividad.
Por otro lado, el Plan Maestro del Metro 2018–2030 describe que el rezago en su mantenimiento, conservación y modernización, así como el cambio en el patrón de viajes y el desgaste de su infraestructura ha desembocado en la acumulación del rezago en mantenimiento del material rodante, instalaciones fijas y obra civil.
Así como el término de vida útil de sistemas, equipos de instalaciones fijas y material rodante, el deterioro de las instalaciones, la red desequilibrada en atención de viajes y una obligada reconformación de la estructura orgánica.