Cuando surgió la primera versión de que como jefe de la oficina de la canciller Alicia Bárcena, Martín Borrego celebró su boda en el Munal haciéndola pasar como un evento cultural en el Museo Nacional de Arte, uno de los sitios históricos más bellos de la Ciudad de México, el funcionario lo negó.
Pero luego surgieron las evidencias: las invitaciones, el correo institucional desde el cual solicitó utilizar esas instalaciones y hasta los videos donde su jefa Alicia Bárcena, hoy secretaria de Medio Ambiente, brindaba alegremente por los novios y todo devino en renuncias y hasta investigaciones del Órgano Interno de Control de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
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El caso llegó hasta la propia conferencia mañanera, donde la presidenta Claudia Sheinbaum advirtió que todos los servidores públicos de su gobierno tienen el deber de comportarse adecuadamente y adelantó lo que venía: “ya informará, pues, la hoy secretaria de Medio Ambiente sobre este caso”.
La mandataria federal dijo que cualquier secretaría puede tener reuniones protocolarias “pero no, digamos, fiestas o acciones. Tiene que aclararse en particular este caso, y todos los servidores públicos deben de comportarse adecuadamente”, respondió seria a pregunta expresa de un periodista.
Martin Alonso Borrego Llorente, funcionario de la Secretaría de de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), renunció a su puesto luego de que se hizo pública la celebración de su boda en el Museo Nacional de Arte (MUNAL) con el pretexto de un evento para festejar los 89 años de relaciones diplomáticas entre México y Rumania.
Y qué mejor sello para la celebración que el amor: “Martín Alonso & Ionut-Marian” se leía en las invitaciones al evento. El rumano distinguido era ni más ni menos que Jefe de Misión Adjunto de la embajada de Rumania en México y flamante esposo de Borrego, uno de los más cercanos a la canciller Bárcena.
El ex-coordinador de la Unidad de Contacto con la Ciudadanía de la SEMARNAT, y miembro del Servicio Exterior Mexicano, presentó su renuncia el lunes pasado ante Alicia Bárcena, secretaria de la SEMARNAT.
Y ante el alud de pruebas, atribuyó su renuncia a “que fue impropio haber solicitado el espacio (el MUNAL) a través de un correo institucional, cuando me desempeñaba como su jefe de Oficina en la Secretaría de Relaciones Exteriores”.
Y a pesar de las imágenes que comprueban que fue una de las felices partícipes a la boda de ensueño en el Munal, Alicia Bárcena dijo en un comunicado que ella no fue responsable de autorizar ni financiar dicho evento.
“Alicia Bárcena Ibarra declara categóricamente que, como secretaria de Relaciones Exteriores de México, no autorizó y no fue informada de la solicitud enviada por el entonces jefe de Oficina, Martín Alonso Borrego Llorente, vía carta y correo electrónico institucional, a la Dirección del Museo Nacional de Arte (Munal). Ningún recurso público de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) fue erogado para dicho evento”, dijo.
No fue enterada de la solicitud enviada por su jefe de oficina, tampoco se lo preguntó cuando brindaba y felicitaba a los novios en el Munal.
El evento se llevó a cabo el pasado viernes 4 de octubre y dio inicio a las 6 de la tarde con un “evento cultural”. Así se puede ver en la invitación a la boda que circuló en redes sociales del periodista Claudio Ochoa. El evento continuó con un cóctel que duró hasta las 9:30 de la noche.
Asimismo, en la invitación se les dejó saber a los más de 70 asistentes al evento que podían dar un presente a los novios en una mesa de regalos del Palacio de Hierro o a través de una cuenta en euros en el Banco BRD-Société Générale Romania.
Antes de renunciar, Borrego dijo en una publicación de X (Twitter) que “el evento realizado el 4 de octubre no fue una boda privada, fue un evento diplomático bajo los protocolos institucionales del MUNAL. No fue organizado por ningún ente público mexicano”.
Además, dijo que el evento fue financiado con recursos privados y que la asistencia de actores relevantes de la Secretaría de Relaciones Exteriores se debió a la naturaleza del “evento diplomático”.
De igual forma, el ex funcionario dijo que no omitía “destacar que mi matrimonio se efectuó un mes antes de dicho evento, por lo cual no fue extraño recibir felicitaciones y buenos deseos de los presentes durante esta recepción”.
CHZ