La Organización Mundial de la Salud (OMS) otorgó a México un reconocimiento por su estrategia de etiquetado nutricional en alimentos y bebidas altamente calóricos para combatir el grave problema de obesidad, sobrepeso y enfermedades crónicas que, con la pandemia, elevaron la mortalidad.
”El etiquetado nutricional de advertencia es uno de los más modernos y avanzados del mundo, y ha sido factor clave para la obtención de este premio”, dijo Cristian Morales Fuhrimann, representante en México de la OPS/OMS.
“Específicamente, la modificación a la Norma Oficial Mexicana O51 con las especificaciones generales de etiquetados para los alimentos y bebidas no alcohólicas pre-envasadas con su información comercial y sanitaria, es uno de los mayores logros de la salud pública de México en los últimos tiempos”.
El Instituto Nacional de Salud Publica ha sido clave en la elaboración de evidencia científica para promover etiquetados frontales para que las personas puedan hacer elecciones informadas en el momento de consumir alimentos.
“No se trata de promover la prohibición de ningún alimento. Se trata más bien de qué cada uno de nosotros sepamos si el contenido en términos de calorías, azúcares, grasas saturadas, grasas trans y sodio sobrepasan o no un cierto umbral que puede ser dañino para nuestra salud y la de nuestros seres queridos”.
El etiquetado, dijo, que estará vigente en México, a partir de octubre, contiene además, una advertencia sobre la presencia de edulcorantes que también son nocivos para la salud. “Éstos sellos no se inventan ni se definen por capricho, están basados en el perfil de nutrientes de la OPS que establecen los límites de lo que puede representar daños a la salud de los niños y adolescentes”.
Por ello, dijo, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud, galardonó a México por la implementación de sellos en alimentos industrializados.
Se trata de un etiquetado que frontal de advertencia en alimentos y bebidas, uno de los mejores del mundo, que coloca el bien superior de niños y adultos por encima de los intereses comerciales.
Con estas medidas se espera que se cumpla la meta de reducir la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles mediante la prevención y el tratamiento.
“El covid-19 ha venido a exacerbar el daño, el dolor, el sufrimiento y el número de fallecimientos entre quienes sufren de hipertensión, diabetes, de obesidad y sobrepeso. Un campo fértil para hacer aún más estragos“, dijo tras recordar las palabras del director de la OMS.
Se trata de muertes que, abundó, pudieron haberse evitado de haber promovido políticas de prevención y control de este tipo de enfermedades no transmisibles.
“En México, de acuerdo con el Inegi, en 2017, el 17 por ciento de todas las defunciones se debieron a enfermedades no transmisibles”, recordó.
Al respecto, Hugo López-Gatell Ramírez, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud explicó que el país sin pasar por un proceso bélico o de guerra, redujo su esperanza de vida desde el nacimiento ya sea por violencia o bien por enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión.
“Sólo el consumo de refrescos causan más de 45 mil muertes al año, causante de las enfermedades crónicas que propician las bebida azucaradas, carbonatadas u otras”, refirió tras referir que se convocó a las cámaras industriales para que expresaran sus puntos de vista y fueron respetuosamente escuchadas.
Ruy López Ridaura director general del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece) recordó en México 8.6 millones de personas tienen diagnóstico de diabetes y 15.2 millones de hipertensión.
“La cuarta parte de la mortalidad total se asocia con padecimientos crónicos y a la obesidad”, dijo.
Pero también se vive otra realidad, El 23 por ciento de los hogares sufren de inseguridad alimentaria y la cifra se eleva a 29 por ciento en zonas rurales donde se carece de lo mínimo para sobrevivir.
En el país existe un 34 por ciento de prevalencia de anemia entre mujeres no embarazadas y a ello se suma que el 36 por ciento de la población de cinco a 11 años tiene sobrepeso u obesidad y el 75 por ciento de la población de 20 a 70 años o más
De ahí la labor que está haciendo el Grupo Intersectorial de Salud, Alimentación, Medio Ambiente y Competitividad para generar condiciones del Programa Especial para un Sistema Alimentario Justo, Saludable y Sustentable.
El Programa especial para un Sistema Agroalimentario Justo, Saludable Y Sustentable tiene cuatro objetivos específicos: Incrementar la producción nacional de productos básicos y estratégicos para contribuir a la autosuficiencia alimentaria nacional, con prácticas orientadas a la sustentabilidad.
Asimismo, incentivar la eficiencia en la comercialización, distribución y el procesamiento de los alimentos saludables, priorizando los productos provenientes de la pequeña y mediana agricultura y la producción agroecológica y sustentable, mediante mecanismos incluyentes y sostenibles
Y mejorar el acceso físico y económico a dietas saludables de todas las personas en el territorio nacional, especialmente de la población con carencia por acceso a la alimentación.
bgpa