La presidenta del Senado, Ana Lilia Rivera, confió en que su compañera Martha Lucía Micher permanezca en la bancada de Morena y no renuncie, como anunció por la madrugada.
“Malú tiene un lugar muy especial en la historia de México, en la lucha de las mujeres. Pero también en Morena, así es que yo espero que aquí se mantenga y cuando decimos cosas enojados a veces manifestamos algo que no es lo que en realidad queremos. Yo creo que ese momento ya pasó y Malú se va a quedar con nosotros”, subrayó.
Lo anterior, luego de que por la madrugada, durante la discusión de reservas de la Ley de Ingresos, hubo un desencuentro que se dio entre ambas senadoras cuando la presidenta de la Mesa Directiva no le dio la palabra, lo que provocó que la marcelista se molestara y advirtiera que renunciaría a Morena.
–¿La conmina a que no se vaya de Morena?
“Claro que no, Malú es una gran compañera, es una constructora de las causas de las mujeres, es una compañera histórica en la lucha de la izquierda y en la democratización de nuestro país”, respondió.
En entrevista, luego de la reunión de la Comisión de Asuntos Laborales y Previsión Social del Parlamento Latinoamericano, en la vieja casona de Xicoténcatl, la senadora Rivera aclaró que no fue una descortesía de su parte no haberle otorgado la palabra a la presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género, cuando se lo solicitó.
“Miren desde la Mesa uno está pendiente de todo y, si alguien levanta la mano y no prende el micrófono y veo las luces verdes, yo estoy atenta a donde hay mayor movimiento, entonces resulta que pidió la palabra y yo no ví que ella levantó la mano.
“Termina el tiempo del orador que estaba, que era el senador Gustavo Madero y cuando él ya entrega sus reservas y se va, Malú levanta la mano y me dice: es que te estoy pidiendo la palabra. Pero, ya había concluido el orador, la Mesa Directiva había agotado ya esa etapa del proceso. Entonces, le digo: discúlpeme senadora, ya terminó el tiempo del orador, ya no le puedo dar la palabra y eso le generó un gran malestar”, explicó.
La senadora por Tlaxcala precisó que “después, claro, era un momento álgido. Sabemos muy bien como es el debate parlamentario y la oposición se dio cuenta y empezó a alentar un malestar que se generó. Pero cuando terminó toda la sesión acudí con ella, hablamos, platicamos y aclaramos las cosas. Y como lo arreglamos las personas decentes, nos pusimos las dos en paz”.
La senadora Rivera se dijo tranquila, porque “hice lo correcto. Como presidenta de la Mesa a veces no podemos tener ojos en todos lados. Cuando están los momentos álgidos de una sesión hay que entender que siempre las personas se desbordan”.
Descartó que en Morena se dé una escisión después de la renuncia de la senadora Cecilia Sánchez al partido y su adhesión a la bancada del PRI, así como la posible salida también de la senadora Lucy Meza y algún otro senador.
LP