Tras los resultados del pasado proceso electoral, el priismo nacional sabe que tiene que “renovarse o morir” y para ello pondrá sobre la mesa una consulta a sus militantes para cambiar sus colores y sus siglas.
Fuentes consultadas por MILENIO, indicaron que de avanzar la propuesta que se analizará en la Asamblea Extraordinaria del próximo 7 de julio y que será tomada junto con sus afiliados, por lo que no será una decisión cupular, sería la más grande reforma del aún tricolor de los últimos 78 años.
En sus más de 95 años de historia, desde su fundación en 1929 de la mano de Plutarco Elías Calles, el Partido Nacional Revolucionario (PRI), apenas ha tenido cuatro cambios de nombre, pero nunca de colores.
Nueve años después, en 1938, con la llegada de centrales obreras y el impulso del ex presidente Lázaro Cárdenas, se modificó el nombre y el logotipo para ser el Partido de la Revolución Mexicana (PRM).
A partir de 1946, Manuel Ávila Camacho “refundó” el instituto y pasó a ser lo que ahora se conoce como el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Tras la primera alternancia en 2000, cuando Francisco Labastida perdió la Presidencia ante Vicente Fox, se impulsó una reforma para cambiar el nombre y los colores, pero no prosperó.
Ahora, tras su segunda derrota consecutiva en las urnas, en 2024 los consejeros nacionales del PRI barajan la propuesta que será dada a conocer en la Asamblea Extraordinaria del 7 de julio, y será los militantes los que determinen la nueva imagen del partido.
ROA