La Arquidiócesis Primada de México respondió al ex sacerdote y activista en pro de los derechos humanos, Alberto Athié, que en el Protocolo de Intervención por caso de Abuso Sexual de Niño, Niña, Adolescente o Persona Vulnerable, sí está tipificado el abuso sexual como un delito, palabra que, precisa la institución, “se menciona 106 veces”.
“En el título quinto, capítulo dos de dicho código, se menciona de manera específica cómo se tipifica el delito de abuso sexual, así como la gravedad del delito según el presunto agresor y las penas o sanciones que un Tribunal competente en la materia puede ejecutar tras la investigación y juicio correspondiente según lo estipula el Derecho Positivo mexicano para tal Entidad Federativa”, refirió en un documento enviado a MILENIO.
Refirió que de acuerdo con lo anterior, en el mismo título quinto, se encuentran delimitados los diferentes “Delitos contra la libertad y seguridad sexuales y el normal desarrollo psicosexual”.
En ese sentido, señaló que debido a que la tipificación de los delitos es competencia directa del Estado mexicano, la Arquidiócesis de México se limita a cumplir con las obligaciones legales de “informar en forma inmediata a la autoridad competente la probable comisión de delitos”, cuya inmediatez se entiende de manera específica cuando niñas, niños o adolescentes, se encuentran probablemente afectados y vulnerados de manera directa.
MILENIO publicó que en reconocimiento a una "grave crisis" de delitos sexuales cometidos por sacerdotes y religiosos, la Arquidiócesis Primada de México creó dicho Protocolo de intervención, el cual se vende al público en 100 pesos.
"Este protocolo será una herramienta fundamental para ofrecer la información necesaria, de un modo accesible y claro para la atención de las víctimas cuando el lamentable caso del abuso suceda en nuestra arquidiócesis", explica en la presentación del protocolo Carlos Aguilar Retes, Arzobispo primado de México.
En la guía, de 85 páginas, la Iglesia católica hace un repaso sobre qué es el abuso sexual, los fundamentos legales que protegen a los menores, así como las consecuencias que tiene un abusador desde el punto de vista civil como del derecho canónico.
Sobre este manual, el ex sacerdote Alberto Athié criticó que la Iglesia no reconoce el abuso sexual como un delito y mantiene la idea de guardar la confidencialidad de los casos.
“Este protocolo es una expresión del modelo interno de la Iglesia, en donde ni siquiera lo reconocen (como) un delito, habla de (...) ¿un pecado? ¿un problema disciplinar? (...) Este protocolo de alguna manera refiere a que cada obispo, obispado o titular de las diócesis sea el responsable de los casos y es una especie de refrito de ese crimen sollicitationis de los años 60”.
En la respuesta enviada a este diario, la Arquidiócesis también precisó que el abuso sexual está tipificado como delito en el Código de Derecho Canónico vigente, “en contra del sexto mandamiento del decálogo con un menor o una persona vulnerable, es decir, aquella que por alguna circunstancia no posee la capacidad volitiva de dar su consentimiento de manera libre por causas fisiológicas o de otra índole”.
“De acuerdo con lo anterior, la tipificación de dicho delito incluye que será tomado en cuenta como delito en contra de un menor de edad, cada vez que un miembro del clero cometa: con violencia, amenazas o abuso de su autoridad, un delito contra el sexto mandamiento del Decálogo u obliga a alguien a realizar o sufrir actos sexuales; así como quien recluta o induce a un menor, o a la que el derecho reconoce de igual tutela, para que se exponga pornográficamente o para participar a exhibiciones pornográficas, tanto verdaderas como simuladas; también a quien adquiere, conserva, exhibe o divulga, en cualquier forma y con cualquier instrumento, imágenes pornográficas de menores o de personas que habitualmente tienen un uso imperfecto de la razón”.
En tanto, el fundador de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual por Sacerdotes, Joaquin Aguilar, dio el visto bueno al Protocolo al señalar que lo ve “bastante bien” al ser coincidente con las leyes.
“Es interesante, creo que si dio un giro comparado con lo que había tocado la institución, comparado con años anteriores, a mi si me gustó, si escuché las declaraciones con respeto de Alberto (Athié), pero desde que abres el mismo protocolo se habla de cuales son los delitos”, comentó en entrevista en Milenio TV.
Refirió que lo único que falta en este trabajo que hace la Iglesia por evitar nuevos abusos, es saber tratar lo que ha sucedido en años recientes, pues “no termina de ver cómo los puede manejar”, aunque aclaró que respeta mucho el esfuerzo de la Arquidiócesis Primada de México en este tema.
JLMR