Hay cinco años de diferencia entre aquel mitin nocturno luego de que Lorenzo Córdova, entonces consejero presidente del INE, confirmara en cadena nacional la ventaja apabullante del entonces candidato presidencial por la coalición Juntos Haremos Historia (Morena, PT, PES), Andrés Manuel López Obrador, al mensaje de hoy para celebrar aquella victoria electoral.
No sólo el tiempo es diferente, en cinco años la autodenominada cuarta transformación, con López Obrador en la cabeza, enfrentó la pandemia de covid-19, presume un 'superpeso' y la reducción de deuda en los estados, así como la creación de la Guardia Nacional.
Además, tras cinco años se tiene el nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, la Refinería Dos Bocas que, al final del año, producirá más de 200 mil barriles de combustible y en diciembre se reitera la inauguración del Tren Maya.
Los logros y desafíos del gobierno de López Obrador fueron resumidos en un acto que rompió con la rutina de ediciones pasadas: los discursos previos de Luisa María Alcalde, secretaria de Gobernación; y Delfina Gómez, virtual gobernadora electa del Estado de México.
Sin olvidar un protagonista muy invocado en las últimas semanas por los capitalinos ante las altas temperaturas: la lluvia.
Hace cinco años, en aquel discurso interrumpido por las consignas de "¡Sí se pudo!", llamó a la reconciliación y prometió que "no tengo derecho a fallar"; hoy le dijo a la oposición que no llegarán lejos: "si no comprenden e internalizan que el dinero y lo material es efímero".
"Guanajuato no es panista, es obradorista"
Desde las 14:00 horas, incluso antes, contingentes morenistas comenzaron a llegar a las inmediaciones del Zócalo, ya sea en Metro o en decenas de autobuses foráneos.
Por la calle Madero, nombrada con el apellido del 'apostol de la democracia ' y referente de López Obrador, comenzaron a ingresar los contingentes para dirigirse al Zócalo y en el camino a lanzar consignas como "Guanajuato no es panista, es obradorista", mientras portaban banderines de Morena, entre otras arengas.
La oportunidad de negocio no se desperdició, pues chanclas con la caricatura de López Obrador, 'amlitos', tazas, almohadas, playeras, gorras, llaveros, aretes se empezaron a vender en el Zócalo y sus alrededores.
Las chanclas, por ejemplo, eran venidas en 260 pesos; y fotografías de López Obrador con la banda presidencial en 30 pesos.
Pese a que el motivo de convocatoria era el mensaje de López Obrador, algunos aprovecharon para lanzar su apoyo a algunas de las corcholatas de Morena, cómo una cartulina que decía: "Con Claudia este 2024 el triunfo está garantizado".
De banda a Juan Gabriel, la fiesta previa
En la plancha del Zócalo, horas previas del mensaje de López Obrador (anunciado a las 17:00, pero que inició a las 18:00 horas) los contingentes comenzaron a acomodarse en la explanada.
Algunos grupos, sobre todo de jóvenes, aprovecharon el tiempo para bailar, desde banda, cumbia y otros géneros, o escuchar el concierto previo de los mariachis de las Fuerzas Armadas, que interpretaron canciones como Así fue, de Juan Gabriel, hasta La Marcha de Zacatecas.
Otros esperaron al mensaje de López Obrador jugando cartas o con el celular, pese a que la señal de telefonía móvil falló como en otras concentraciones masivas, por ejemplo, los conciertos de Silvio Rodríguez y Joan Manuel Serrat del año pasado.
"Me canso ganso"
Previo al mensaje, las banderas de contingentes morenistas competían entre sí para ver cuáles tenían más presencia, desde las del PT hasta de Unidos con AMLO Neza, pero ninguna logró ganarla a la que tiene el monopolio de presencia: la Bandera de México.
Pese a que se anunció que el mensaje de López Obrador comenzaría a las 17:00, en realidad fue alrededor de las 18:00, pues a las 17:30 Luisa Marial Alcalde y Delfina Gómez tomaron la palabra.
La primera, para parafrasear a Grupo Frontera: "la transformación no se va, no se va", además para resaltar que alrededor de 63 veces López Obrador ha convocado a la ciudadanía, desde las protestas en Tabasco en 1991 hasta la más reciente.
A las 18:00 horas López Obrador tomó la palabra, arropado por miembros de su gabinete; algunos gobenadores de los estados; la escritora Beatriz Gutiérrez Müller y las seis corcholatas: Claudia Sheinbaum, Gerardo Fernández Noroña, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López, Manuel Velasco y Ricardo Monreal.
Fiel a su estilo, mencionó sus frases célebres: "me canso ganso", para referirse a que su gobierno erradicará la violencia, así como "choco jarocho", para aludir que hasta los banqueros se han beneficiado con la cuarta transformación.
Pudo presumir que al fin se vendió el avión presidencial usado por Enrique Peña Nieto, pero adquirido por el gobierno de Felipe Calderón.
Reiteró que a él lo cuida el pueblo, así como la desaparición del Estado Mayor Presidencial.
Aunque la lluvia parecía hacerse presente antes del mensaje de López Obrador, cedió, pero quizá en los momentos más intensos, cuando aludió al magnate Claudio X. González y criticó a la oposición, Tláloc no aguantó más y empapó a los más de 200 mil asistentes, cifra de la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.
La lluvia pareció presionar a López Obrador para concluir su mensaje, aunque duró el promedio de discursos emitidos, que rondan entre los 50 minutos y la hora, pero no finalizó sin antes resaltar al pueblo.
"(...) Lo más humano y eficaz es mirar siempre, atender siempre y caminar siempre acompañados de la gente, porque en ella está la bondad y la lealtad verdadera. Si nos preguntamos quién es nuestro aliado, ¿qué contestamos?".
―¡El pueblo!―, gritaron los asistentes mojados.
"¿Por quien estamos aquí?", preguntó López Obrador de nuevo.
―¡Por el pueblo!―.
"¿A quién hay que servir primero?".
―¡Al pueblo!―.
"¿Con quién transformar?".
―¡Con el pueblo!―.
"¿En quién confiar?".
―¡En el pueblo!―.
"¿Quién nos protege?".
―¡El pueblo!―.
"¿Qué somos?".
―¡Pueblo!―.
"¡No se oye!"
–¡Pueblo!―.
"Muchas veces".
―¡Pueblo, pueblo, pueblo!―.
"Gracias, pueblo", cerró el Presidente.
¿Y quién es ese pueblo?
La palabra es de una magnitud que quizá requiera una explicación sociológica, pero muchos ciudadanos respaldan al Presidente. Una cifra exacta no se cuenta, aunque algunos puedan tomar como base los más de 30 millones de ciudadanos que votaron por él en 2018.
También ese pueblo fueron los adultos mayores que, con sillas plegables, fueron a escuchar a López Obrador; una pareja de novios que abrazados veían con atención al mandatario; o la contadora Ana María Ayala, que, junto a su esposo, se trasladó de Xochimilco al Zócalo.
"Siempre estamos aquí junto a él, es un honor estar con Obrador", dijo en entrevista para MILENIO, al tiempo de resaltar las obras creadas por este gobierno.
Su esposo resaltó la "abolición de la corrupción, que ya avanzado bastante", al tiempo de señalar que él se ha beneficiado de la 4T cuando fue atendido sin cobrarle nada en el sector salud.
EHR