Un edificio de 13 departamentos se ofrece a la venta en la zona centro de la ciudad de Playa del Carmen; llama la atención una lona colgada sobre su fachada principal que muestra una fotografía de gran formato con la leyenda: “Descubre la caverna que hay en su interior”.
El biólogo y espeleólogo Roberto Rojo, presidente del Círculo Espeleológico del Mayab, exploró y mapeó esa cueva, luego de que los propietarios del edificio la encontraron cuando intentaban hacer una cisterna, los constructores habían rellenado la entrada a la cueva, pero al descubrirla, también se encontraron los pilotes de cimentación que fueron hincados para dar soporte al edificio.
El experto señala que esta es solo una de las 300 cuevas que existen debajo de la zona urbana de Playa del Carmen, se estima, –dice– que el 80 por ciento han sido intervenidas por pilotes de cimentación.
“Tenemos 300 cuevas y cavernas conocidas, pero cada vez nos salen más, la gente dice 'aquí en mi casa hay una, acá hay otra' (...) Los desarrollos inmobiliarios es muy frecuente que tapen cuevas, está prohibido, pero desafortunadamente es vox populi, cualquier persona que le pregunten: 'sí, aquí había una cueva y la taparon', eso no puede ser, es ilegal”, sostuvo.
Desde hace 5 años, Roberto Rojo dirige el proyecto de ciencia ciudadana “Cenotes urbanos”, que le ha permitido realizar un censo de las cuevas y cavernas en la zona urbana y por urbanizar; hasta ahora, ha logrado mapear 84 de las 300 cuevas que tiene registradas.
Cada domingo las visitas con un grupo de voluntarios –incluye a niños mayores de 5 años–, para realizar el mapeo de cada caverna, así como un levantamiento biológico “para demostrar que estos son ecosistemas, son importantes y hay especies endémicas de la península de Yucatán”.
Así que también guía a MILENIO, para empezar nos dota de casco y lámpara, luego coloca una escalera para descender. “Esta es la cueva seca más grande de Playa del Carmen, abarca alrededor de 6 cuadras de la ciudad, esto es solo un segmento de ella, tiene lugares increíbles, especies endémicas, vestigios arqueológicos, pero también tiene drenajes que están cayendo directamente del techo ”, dijo.
Ya abajo, nos muestra las raíces de la ceiba que vimos en la calle, “penetran rompiendo la roca caliza, hasta alcanzar el acuífero, la vida de las plantas allá arriba es difícil, porque el agua inmediatamente se infiltra en la roca caliza, de tal manera que unas especies de árboles rompen la roca para entrar hasta llegar al agua y beber de ella, y una vez que los árboles grandes, rompen la roca, otras especies toman ese conducto para llegara al acuífero”.
A solo unos pasos de la entrada, resalta los vestigios mayas de una trampa para tepezcuintle, hecha con rocas apiladas. Más adelante, señala a un grillo endémico de la Península de Yucatán que descansa sobre una roca: “Es un macho y tiene antenas super largas para poder vivir en completa oscuridad, la gente no se da cuenta de que aquí viven estos animales, que es un ecosistema y que esa es la fragilidad de estos sitios”, explica.
El biólogo resalta que uno de los lemas de su proyecto es “exploramos cuevas a domicilio, porque aquí está lleno de cuevas, esto es como un gran queso gruyere y entonces cuando ven nuestro trabajo, dicen, creo que tengo una cueva, nos abren las puertas de sus casas”. Rojo nos dirige a otra cueva, a solo unas calles, el terreno por donde ingresamos aún conservamos selva por lo que caminamos entre la vegetación hasta llegar a la entrada desde donde los enormes pilotes son visibles.
“Es muy impresionante porque tiene los pilotos de un edificio de 3, 4 pisos que está aquí arriba ya veces vemos también descargas de agua, muy probablemente de alberca o agua que lleva jabón”.
Explicó que si bien, no todas las cuevas y cavernas tienen hincado de pilotes, en otros casos, han sido rellenadas o destruidas. “Dicen ‘esto me va a ocasionar un problema, mejor la tapo’, pero el problema va a ser de ellos, porque aunque tapen la entrada de la cueva, aunque es ilegal, no conocen la extensión de la cueva”.
Explicó que la mecánica de suelos, por ejemplo, determina el núcleo de una roca y luego a otros 5 o 10 metros, detecta otra roca, “pero nada te dice que en medio de estos dos brazos pueda pasar un pedazo de cueva, solo la espeleología como la realizamos; si tapan la entrada y construyen una casa arriba, eventualmente habrá un colapso y es muy peligroso”.
De esa manera, el reconocido biólogo sostiene que el tramo 5 Sur del Tren Maya, impactará aún más los sistemas de cuevas de Playa del Carmen, porque detonará polos de desarrollo dentro de la selva que se mantiene bien conservada. Destacó que en la zona urbana ya han sido gravemente dañados, pero se trata de una zona puntual, por lo que no se debe permitir mayor daño.
“Que hay otras áreas devastadas, sí, el crecimiento de las ciudades ha tirado mucha selva y estamos creciendo sobre nuestra selva en áreas extensas, pero puntuales. El trazo del Tren Maya es una línea que está cortando toda nuestra selva y que está causando que se fragmente el ecosistema. Todos los ríos subterráneos van de un lado a otro –de oeste a este– en esta región, todos los trazos carreteros y el trazo va de norte a sur”, explicó.
El biólogo destacó que los cenotes, cuevas y cavernas son ecosistemas que sostienen la vida en la Península de Yucatán, son hábitat de al menos 900 especies, y la principal fuente de agua para la población.
“Interconectan todos los demás ecosistemas, la selva, el manglar, el arrecife está interconectado por estos ecosistemas. A esto, yo le llamo nuestro patrimonio subterráneo, que estás cuevas perduren, que estás cuevas vivan y estén saludable es importante para todos nosotros porque son una conexión entre tierra firme y el mar Caribe, todo lo que hagamos acá adentro se va a ver reflejado en el mar Caribe”, sostuvo.
Pilotes en Tulum
La imagen de buzos explorando un cenote entre pilotes de cimentación profunda, fue difundida por el colectivo “Sélvame del Tren” para alertar lo que podría ocurrir debajo del Tramo 5 Sur del Tren Maya que irá selva adentro, en un tramo de 120 kilómetros, de Playa del Carmen a Tulum, poniendo en riesgo al sistema de cuevas, cavernas y cenotes, del que depende la región, pues constituye su principal fuente de agua.
Aquel video reveló que este procedimiento constructivo es muy frecuente en la Península de Yucatán. La empresa Roma Cimentaciones, indica en su sitio web que ofrece servicios de hincado de pilotes para construir hoteles, departamentos y muelles, pues en aquella región, el suelo está constituido por rocas calizas.
Para ello, las cavernas son perforadas hasta llegar a estratos resistentes, aunque en algunos casos, las columnas quedan en suspensión, como muestran las imágenes compartidas a MILENIO por buzos, que además, encontraron basura, descargas y desprendimientos en su exploración.
JLMR