La Dirección Nacional Extraordinaria del Partido de la Revolución Democrática (PRD) advirtió que la construcción de la refinería Dos Bocas, en Paraíso, Tabasco, es un capricho más del presidente Andrés Manuel López Obrador, pues violenta la Ley de Equilibrio Ecológico.
Ello, porque dicha obra ocasionará afectaciones irreversibles a reservas ecológicas y manglares de la región.
Luego de que la Secretaría de Energía dio a conocer que se iniciarán los trabajos en los próximos días sin contar con la Manifestación de Impacto Ambiental, el PRD cuestionó la improvisación del proyecto, la falta de estudios que sustenten la obra y la inexperiencia del gobierno para la construcción de refinerías.
La Dirección Nacional Extraordinaria (DNE) de esa fuerza política consideró que antes de construir una nueva refinería se tendrían que rehabilitar las seis existentes que operan a 30 por ciento de su capacidad.
Consideró que la obra quedaría rebasada por la transformación de las energías renovables, ya que su conclusión no será en los tres años que estima López Obrador sino en más de una década.
Los integrantes de la DNE cuestionaron que por la falta de experiencia del gobierno federal y de Petróleos Mexicanos (Pemex), el costo alcanzaría los 12 mil millones de dólares, "cantidad que se debiera invertir en la producción del crudo".
Advirtieron que el proyecto violenta la Ley de Equilibrio Ecológico, pues aún no cuenta con la Manifestación de Impacto Ambiental y cambio de uso de suelo por tratarse de manglares y selva, "pese a que ya iniciaron los trabajos y con bombo y platillo el propio presidente de la República colocó la primera piedra de la obra".
En ese sentido, lamentaron que el propio gobierno federal haya fomentado la deforestación de 300 hectáreas de manglar, área prioritaria de conservación.
"Ahora aseguran que Pemex debe resarcir el daño y cumplir con una multa de 13 millones de pesos e implementar un programa de reforestación de manglar en 82.8 hectáreas y de preservación de flora y fauna silvestre", refirieron.
Entre las inconsistencias ambientales, indicaron que el manglar funciona como filtro natural de agua marina, y al quitarlo, el área y las zonas aledañas se vuelven propensas a inundación.
Por último, expusieron que el proyecto también carece de la Evaluación de Impacto Social, en el que se debe establecer las afectaciones y beneficios para la población y comunidad aledaña.
AE