Los ministros Javier Laynez, Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz reconocieron la pertinencia de una reforma al Poder Judicial, pero con garantías mínimas de independencia para los juzgadores.
En reunión con la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados para recibir las conclusiones de los conversatorios organizados por Morena sobre la reforma al Poder Judicial, los integrantes de la Suprema Corte reafirmaron su disposición al diálogo y a la colaboración entre poderes.
En representación del pleno de la Corte, Laynez subrayó que existe una asignatura pendiente en el mejoramiento y el fortalecimiento de la justicia local como la “puerta de entrada” del ciudadano a la justicia.
Pidió asimismo tener la conciencia de que el Poder Judicial de la Federación no son sólo 11 ministros, sino 45 mil servidores públicos, actuarios, jueces y magistrados en todo el país y cuyas decisiones muchas veces son más importantes que las de la Suprema Corte.
En ese contexto, la ministra Loretta Ortiz reconoció los esfuerzos institucionales para la celebración de los conversatorios sobre la reforma y remarcó la necesidad de garantizar la absoluta independencia del Poder Judicial frente a cualquier órgano del Estado.
“Cualquier reforma al Poder Judicial debe asegurar que estas garantías mínimas de independencia sean consagradas constitucional y legalmente como presupuestos fundamentales para asegurar el acceso a la justicia a través de la garantía al debido proceso y el derecho de protección judicial”, puntualizó.
En su turno, la ministra Yasmín Esquivel admitió la urgencia y pertinencia de reflexionar sobre una gran reforma estructural, tanto en los poderes federales como locales, al tiempo de advertir que los tribunales judiciales no deben ser ajenos a la crítica ni menos desconocer que la sociedad desconfía de la impartición de justicia.
“Ustedes hacen las leyes nosotros las aplicamos y, en su caso, verificamos su apego a la Constitución. Somos un binomio que no puede estar divorciado, sino al contrario, debe enriquecerse mutuamente”, señaló.
Agregó, en ese contexto, que la división de poderes no significa enfrentamiento, sino colaboración y diálogo para un mejor país, en beneficio de los mexicanos.
El presidente de la Junta de Coordinación Política y líder parlamentario de Morena, Ignacio Mier, insistió en la urgencia de una reforma integral al Poder Judicial, considerando desde la revisión del método de elección de ministros y magistrados, pero también la actualización del juicio de amparo y el fortalecimiento de la justicia local en todo el país.
Planteó un encuentro con los 11 ministros de la Corte y un nuevo parlamento abierto a partir de septiembre, con el propósito de construir la iniciativa.
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Los coordinadores del PAN, Jorge Romero; del PRI, Rubén Moreira, y del PRD, Luis E. Cházaro, manifestaron su disposición a discutir una reforma al Poder Judicial, pero no “al capricho” del Ejecutivo.
“Una reforma, y sobre todo al Poder Judicial, tiene que ser producto de un ejercicio dialéctico, no puede ser el producto de un arranque o de un capricho o de un enojo y mucho menos de una sola voz, por más importante que sea esa voz, porque podrá haber una voz que titula el Poder Ejecutivo, pero aquí hay 500 voces de legisladoras y legisladores y hay 128 más en el Senado”, remarcó.
Los legisladores de la oposición refrendaron asimismo su respaldo a la Suprema Corte y a la ministra presidenta Norma Piña, e instaron al máximo tribunal a mantenerse firme en sus resoluciones.
LP