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La reforma judicial era necesaria porque la justicia no aguantaba más: aspirante a la Corte

Ana Maria Ibarra consideró que en México "se había mantenido es un sistema muy formalista".

Ciudad de México. /

Ana Maria Ibarra, magistrada de Circuito en el décimo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa, y quien aspira a ocupar un lugar como ministra de la Suprema Corte en la próxima elección señaló que "era necesaria una reforma de gran calado".

"La justicia en México no aguantaba más. Nos habíamos mantenido alejados a la ciudadanía con una justicia elitista, formalista, que no resolvía de tajo las demandas más sentidas de la población".
Gerardo Fernández Noroña le pidió a Norma Piña la información que requiere el INE. | Foto: Cuartoscuro.
Gerardo Fernández Noroña le pidió a Norma Piña la información que requiere el INE. | Foto: Cuartoscuro.

Entrevistada por Víctor Hugo Michel para MILENIO Televisión, consideró que una de las virtudes de la reforma al Poder Judicial es que por primera vez se va a instaurar un sistema de paridad con lo cual a partir de la elección, el pleno de la Corte se integrará con el 50 por ciento de mujeres

“Era necesario recobrar la confianza de la ciudadanía y lo que tenemos ahora enfrente es nada más y nada menos que el futuro de la justicia en México. 
Yo celebro este ejercicio que está realizando, pues explicar qué es lo que se juega el próximo 1 de junio, quiénes son los postulantes, porque es muy importante quiénes van a decidir nuestros casos más sentidos, nuestras demandas de justicia, y creo que era absolutamente imprescindible cambiarle el rostro a la justicia. Necesitamos una justicia cercana a la gente”.

Consideró que en México "se había mantenido es un sistema muy formalista, una burbuja de cristal, que era una justicia donde estábamos viendo todo el tiempo los expedientes, papeles enormes, expedientes muy largos". 

"Pero no mirábamos de frente a la ciudadanía, o las escuchábamos, y nos fuimos como encumbrando una justicia barroca, donde hablamos con lenguaje muy complejo, sentencias muy largas, que no resuelven de lleno las demandas de la ciudadanía. Privilegiamos los formalismos, el proceso, en lugar de dar respuesta".

Por ello, consideró que el proceso “debe ser un medio, no un fin en sí mismo. El objetivo debe ser eso, brindar justicia a las personas”.

Señaló que es muy importante “como ciudadanos resolver qué jueces necesitamos, qué jueces queremos, qué perfiles queremos tener ahí resolviendo nuestros casos más sentidos. Si queremos jueces formalistas o jueces progresistas, jueces que ven en el derecho como un motor de cambio y jueces que ven en el derecho un medio para lograr y acompañar el cambio social”.



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