Más de la mitad de las dirigencias seccionales del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE) están vencidas y debieron haber sido renovadas a principios de este año, no obstante, debido a la emergencia sanitaria el sindicato decidió posponerlas.
Si bien es comprensible la situación de pandemia, esto es aprovechado políticamente por el SNTE, coincidieron disidentes del sindicato y Carlos Ornelas Navarro, especialista en educación de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
“Cualquier prolongación de los dirigentes seccionales es el ejercicio del poder. Si hubiera habido cambios en los tiempos establecidos entonces a los dirigentes no les habría tocado este inicio de clases y ello significa que pudieron seguir teniendo el control de plazas, meter a su gente en interinatos, que eso lo deciden los dirigentes seccionales y no las autoridades, ahí sí siguen ejerciendo el poder”, explicó.
Tras cuatro años de gestión, al menos 31 dirigencias seccionales de las 61 que integra el sindicato de docentes más grande de América Latina, vencieron sus plazos de renovación entre marzo y julio de este año; otras tres lo hicieron desde el año pasado.
Aunado al tema de la emergencia sanitaria, en algunos casos se promovieron acciones judiciales que esperan resolución definitiva.
Apenas en septiembre pasado, en una reunión de trabajo con los Órganos de Gobierno de la Sección 26, de San Luis Potosí, el secretario general Alfonso Cepedas Salas, aseguró que las elecciones con voto secreto, directo e individual se realizarán una vez que existan las condiciones sanitarias para convocarlas. Es decir, hasta que haya semáforo epidemiológico verde para evitar exponer a los docentes o dejar fuera de sus derechos a los agremiados con mayores riesgos de salud.
“Después de eso tengan la plena seguridad, tendremos que convocar a un Congreso Nacional para poder ajustar el Estatuto a las nuevas disposiciones jurídicas. Tendremos que elaborar un reglamento que esté de acuerdo con ese nuevo Estatuto y a partir de ahí la convocatoria, en una gran hazaña inédita, para elegir con el voto secreto, directo, individual; es decir, de todos los integrantes del Sindicato, a los próximos órganos nacionales de gobierno sindical”, expresó.
Así, está en pausa un proceso pendiente desde el año pasado, cuando tras las modificaciones al reglamento avaladas en noviembre de 2019 en la 49 sesión extraordinaria de Consejo Nacional del SNTE se determinó el voto directo, secreto e individual de todos sus agremiados, así como la posterior publicación del Reglamento para la Elección de las directivas seccionales.
No obstante, quedaron pendiente las modificaciones estatutarias a fin de armonizar sus procesos con la última reforma laboral.
“Los estatutos ya no son vigentes, tras la reforma laboral del año pasado se establecía un tiempo para homologarlos, era diciembre, pero no lo hicieron, en su lugar sacaron un reglamento que no corresponde a los requerimientos legales”, advirtió Alberto Hernández, integrante de la dirigencia nacional de la organización Maestros por México.
Recomendaciones de la STPyS
En septiembre pasado, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPyS) envió a la organización gremial el documento “Propuesta sobre Elecciones Directivas Seccionales del SNTE”, con el que busca dar directrices que deben seguir para que su proceso electoral interno sea equitativo y democrático.
Algunas de las recomendaciones son generar un micro sitio en la página del sindicato para presentar propuesta de trabajo de los candidatos; permisos para ausentarse de sus labores a candidatos para realizar proselitismo; e inhibir actos de violencia con presencia discreta de seguridad pública en los actos de campaña de candidatos.
Pero hasta ahora sólo se tratan de sugerencias, ya que no existe una intención firme del gobierno federal para que esto ocurra pronto, por un lado, por la pandemia, y por otro, debido a que la autoridad parece que no está muy preocupada por el involucramiento de la fuerza docente en la vida política del país, advirtió Ornelas Navarro.
Además de que, aseguró, una vez que se celebren las elecciones bajo las nuevas condiciones se harán en orden, situación que conviene al gobierno federal.
“En el 90 por ciento de los casos la sucesión va a ser tersa, serán planillas únicas, no va a haber broncas porque ya negociaron todo internamente, ya saben quién va a ser el siguiente secretario, son muy hábiles, tienen décadas de experiencia y saben cómo reinterpretar estatutos para su conveniencia”, consideró.
Sobre los movimientos políticos del magisterio, el especialista dijo que por ahora parecen ser suficientes los 40 diputados pertenecientes a Morena, que han pertenecido a la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE) o bien a otras expresiones dentro del Sindicato.
Después de que a finales del sexenio pasado, la política del SNTE fue de apoyo total al candidato José Antonio Meade, ahora el objetivo es mostrar el respaldo al gobierno federal, indicó.
En 2021, al menos otras 9 dirigencias seccionales deberán ser renovadas y en 2024 tocaría el turno a la renovación de la dirigencia nacional.
No obstante, a decir de Carlos Jonguitud, líder del Sindicato de Trabajadores para la Educación (STE), la renovación de la representación sindical magisterial única del país podría darse en 2021, por lo que movimientos como su sindicato ya buscan cohesionar a todas las expresiones magisteriales.
“En el SNTE no hay una postura que unifique la suma de partes, no hay unidad, la pandemia es la justificación legal para no renovar sus dirigencias, pero en realidad no se ha trabajado en la suma de los distintos actores en esta organización. Lo que a otros los debilita a nosotros nos fortalece. Después del verano del siguiente año podríamos pelear por esa representación única”, manifestó.
RLO