La puerta de Palacio Nacional que da la calle de Moneda, donde vive y despacha el presidente Andrés Manuel López Obrador, está de pie. Los daños que registra serán resarcidos a través de un exhaustivo proceso de restauración, luego de que familiares de los 43 normalistas de Ayotzinapa intentaron derribarla con una camioneta de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Ana Bertha Miramontes Mercado, responsable de la Dirección de Conservación e Investigación, de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en entrevista exclusiva con MILENIO, dijo que los trabajos de restauración de la puerta, la cual data de finales de siglo XIX y principios del XX, se llevarán menos de tres meses, con un costo de alrededor de 700 mil pesos.
La especialista, que ha intervenido en las restauraciones de otras puertas de Palacio Nacional, enfatizó que están identificando las fracturas y las alteraciones que sufrió la puerta, mismas que se pueden revertir con la colaboración tanto del INAH como de la Conservaduría de Palacio Nacional.
Aunque será hasta que se tenga el dictamen final, que tendrán diseñará la estrategia más adecuada para la intervención de la puerta en cuestión.
—¿A qué se debe que no pudieron derrumbar la puerta?
La Conservaduría de Palacio Nacional tiene un sistema, un protocolo de seguridad, es una estructura externa que, al colocarla detrás de la puerta, lo hace es generar como una pared, que se pone y se quita.
Su función principal es amortiguar cualquier impacto, es una protección de metal, con cierta similitud a las vallas que se colocan al exterior de Palacio Nacional.
—¿Cómo quedó la puerta de Palacio Nacional?
La puerta tiene un valor histórico porque es un bien asociado al Palacio Nacional, catalogado como monumento histórico de la nación, en ese sentido, los daños que hoy sufrió tienen que ver con que se impactó.
En la parte inferior sufrió daño y fracturas, así como pérdida de piezas y de ensambles, incluidas algunas ranuras ocasionados por el con el impacto de la camioneta. Por supuesto hay golpes en toda la superficie, excepto en la parte más alta.
Digamos estructuralmente el daño es regular o medio porque tuvo pérdida de elementos.
—¿De dónde traerán la madera para restaurar la puerta?
Esa puerta, al ser histórica, seguramente está elaborada con cedro, hemos tenido oportunidad de participar en la conservación o en la supervisión de la conservación de las otras puertas de Palacio Nacional y hemos identificado que tienen cedro. Seguramente haríamos un esfuerzo porque fuese del centro y de muy buena calidad.
—¿La puerta estaba asegurada contra este tipo de daños, teniendo el antecedente de cuando intentaron quemarla?
Sí hay. El seguro del INAH cubre daños por vandalismo o por alteraciones antropogénicas, es decir, por daños causados por el hombre. También hay un seguro por parte de Palacio Nacional.
—¿Entonces los dos seguros serán los que cubran el costo de la restauración y no el gobierno federal?
Los seguros están orientados para atender ese tipo de siniestros. Yo no soy la persona correcta para hablar de cómo se canalizaría el presupuesto, sin embargo, ambas instituciones cubren un seguro que a su vez protegen de cierta forma en este caso a la puerta de Palacio Nacional.
—¿Cuánto costaría la restauración de la puerta y en qué tiempo estaría lista?
La experiencia que nosotros tenemos me permite decir que todavía necesitamos profundizar en el diagnóstico de conservación, pero me permito decir que el daño a la puerta sí podría atenderse en un periodo de corto a mediano plazo, con lo que restauración podría desarrollarse en un período no mayor a tres meses, directamente trabajando in situ.
—¿Cuánto costaría esta intervención?
Es que cada restauración cambia el costo, el cedro es altamente cotizado, pero me atrevería a decir que una cantidad aproximada de 700 mil pesos.
A veces consideramos que intervenía una puerta puede lucir como una tarea sencilla, pero seguramente se necesitarán andamios, personal especializado y esperar los trayectos de los materiales.
ROA