Para Ricardo Anaya los presidentes de México y Estados Unidos están cortados con la misma tijera. Cree que a Donald Trump y a Andrés Manuel López Obrador los une no sólo una política migratoria que ha cerrado puertas con fronteras militarizadas, sino también su ego nacionalista, lo gobiernos de un sólo hombre y su empeño en minimizar la pandemia más catastrófica de la historia.
En su libro El pasado, presente y futuro de México, el ex candidato presidencial del PAN hace un recuento de las relaciones ríspidas e históricas con Estados Unidos, y la relación que han tenido dos presidentes mexicanos con el mandatario norteamericano Donald Trump.
En el caso de Enrique Peña Nieto, recuerda ese “momento de auténtica humillación nacional, el 31 de agosto, cuando el gobierno mexicano le organizó un evento de campaña” y lo invitó a México a pesar de sus constantes ataques. Aunque el panista cree que es aún peor cuando el actual presidente de México revela sus similitudes de pensamiento con un personaje como Donald Trump.
Y pone como ejemplo que en los gobiernos de ambos existe “desde el control de un gabinete que no se atreve a asomar la cabeza, hasta un desprecio por los contrapesos y sus ataques a los medios de comunicación, pasando por sus políticas proteccionistas y su ego nacionalista.
“Ambos prefieren vivir intramuros, desentenderse del mundo y gobernar para sus incondicionales. Ambos actúan bajo la premisa de que la mejor política exterior es la interior. El precio para Estados Unidos ha sido la pérdida de su liderazgo mundial. El precio para México ha sido la pérdida de su credibilidad internacional”.
Ricardo Anaya no duda en recalcar que el caso del Presidente es mucho más lamentable, pues no sólo ha actuado igual que su antecesor priista en una supuesta subordinación ante el gobierno estadunidense, sino que además su actuar es contrario a lo que propuso en campaña. A la actitud que prometió que asumiría frente a un homólogo que incluso, terminó por orillarlo a ajustar su política migratoria.
“Es cierto que no es la primera vez que México, por conveniencia, le hace el trabajo sucio a Estados Unidos; sin embargo, en este caso la incongruencia presidencial es un ingrediente adicional: apenas siete meses antes, en octubre de 2018, López Obrador ofrecía una política de puertas abiertas: ‘vamos a ofrecer empleo, trabajo a los centroamericanos’. El manotazo de Trump lo hizo dar un giro de 180 grados. Pasamos del ‘son bienvenidos, hermanos centroamericanos’, a mandar a la guardia Nacional a las dos fronteras. Y México se convertía así, en el muro mismo, tan anunciado por el presidente Trump”.
Y en esta lista de aparentes similitudes entre Donald Trump y Andrés Manuel López Obrador, quien perdió la contienda presidencial ante el hoy titular del Ejecutivo pone el manejo de la pandemia de covid-19 como otro de los escenarios en que los mandatarios parecen un espejo.
Recuerda que Andrés Manuel López Obrador “se empeñó en dar mal ejemplo” y lanzó frases inapropiadas que una solo parecía peor o menos grave que la otra, como decir que la pandemia “nos vino como anillo al dedo” o seguir hasta la fecha, sin usar cubrebocas. Por lo que lleva los comparativos de Estados Unidos a Brasil y luego hasta a Rusia.
“No es casual que justamente los países gobernados por Putin, Bolsonaro, Trump y López Obrador, todos ellos de corte populista y autoritario, que desprecian los criterios científicos, estén entre los más golpeados por la, pandemia”, dice Anaya y luego ironiza:
“Las paradojas de la vida: quien soñaba con aparecer en los libros de historia como el protagonista de la cuarta transformación de México, sin darse cuenta, escribió para siempre su nombre en la historia, cuando al inicio de la peor crisis del siglo, se dirigió a la nación para decir: "lo del coronavirus, eso de que no se puede uno abrazar... hay que abrazarse, no pasa nada".
El Presidente, sostiene Ricardo Anaya, “no supo, no pudo estar a la altura de las circunstancias”.
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