Yasmín Esquivel, esposa de Riobóo, defiende autonomía como juzgadora

Política

Al comparecer ante el Senado, Esquivel aseguró que no hay ni ha habido ningún vínculo de amistad o parentesco que afecte la independencia en su función como servidora pública.

La magistrada Yasmín Esquivel forma parte de la terna para ministra de la Corte y compareció ante el Senado. (Twitter | @YasminEsquivel_)
Jorge Almazán y Angélica Mercado
Ciudad de México /

La aspirante a ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Yasmín Esquivel, aseguró que es "una mujer que como millones de mexicanas me he hecho por mí misma, con una historia propia. No soy la señora de…, o la esposa de…, no hay ni ha habido, ningún vínculo de amistad o parentesco que afecte la independencia en mi función como juzgadora”.

Durante su comparecencia en el Senado de la República, refirió que su causa es la justicia, su método el derecho y su único mandato, la Constitución y así lo ha hecho durante toda su trayectoria como servidora pública.

“Y así seguiré, pues estoy cierta que la objetividad y la imparcialidad son indispensables para que las instituciones de la República funcionen adecuadamente, refirió quien está casada con José María Riobóo (ingeniero cercano al presidente, Andrés Manuel López Obrador), hace siete años cuando ya tenía una vida pública.

Agregó que “bien se sabe lo que cuesta a una mujer ser reconocida por sus méritos propios, lo importante que es reconocer el valor intrínseco de la mujer y no a partir de cualquier vínculo con un hombre, por eso me presento ante la nación misma, sin ataduras, me he formado en el servicio público por un enorme compromiso social y por un profundo amor a México, que es lo único que me impulsa para aspirar a este cargo”.

Manifestó que en el caso de la SCJN la comprende como el garante de la libertad, la soberanía y los derechos de los mexicanos, la cual debe buscar a través de la justicia, el bienestar general de los mexicanos, y ser el dique que contenga cualquier exceso.

“En esta lógica, resalta la protección de nuestra Constitución política, que no sólo es la norma fundamental, sino el pacto político en el que se plasman las reglas bajo las cuales habremos de interactuar todos los que formamos parte del Estado, sus funciones, objetivos y metas”.

Señaló que en caso de ser designada “por esta honorable soberanía”, su compromiso será que en todo momento la SCJN garantice los derechos de los mexicanos y de quienes se encuentren en nuestro territorio.

“Mi tarea será fortalecer esta instancia altamente especializada, integrada por juristas cuyas ideas y trayectorias, en ocasiones encontradas, obligan a la discusión y al necesario reencuentro de coincidencias para poder dictar resoluciones apegadas a derecho, tomando, en su caso, los principios de convencionalidad y progresividad, teniendo en mente que, además de posturas académicas, lo que se espera de este cuerpo colegiado es que resuelva siempre buscando el valor de la justicia”.

Subrayó que aspira no sólo aportar su experiencia como juzgadora, sino también a participar activamente en el debate y las visiones en torno a los diversos temas y conflictos que son resueltos, tanto en las Salas, como en el Pleno del máximo órgano jurisdiccional de la República.

“Soy una ferviente convencida de que la libertad es el valor máximo de la humanidad; es la que nos da la capacidad de razonar, discernir y decidir; es lo que nos distingue y caracteriza; pero también lo soy de un Estado con visión social, en la que sus instituciones generen seguridad jurídica a los mexicanos y se abatan las desigualdades sociales y económicas que existen”.

De hecho, advirtió que su convicción es fomentar la consolidación de un constitucionalismo social, que haga efectivos los derechos plasmados en la Carta Magna, fundamentalmente los sociales y los de las minorías.

En ese sentido, apuntó que se puede y debe hacerse mucho más por el bienestar de todos desde la Suprema Corte como lo es “salvaguadar nuestro pacto fundacional, nuestra Constitución, resguardar el equilibrio entre los Poderes de la Unión y la prevalencia del Estado de Derecho, sí, pero también ver por los que menos tienen y estoy convencida que quienes aspiramos a formar parte de la SCJN, tendremos retos enormes que afrontar”.

Reiteró que de ser favorecida con el voto de los legisladores reafirmará su compromiso irrenunciable con la justicia y el derecho, ya que es la forma en que las instituciones públicas respetan y mantienen vigentes los derechos humanos.

“Mis resoluciones serán totalmente transparentes y con una visión equilibrada, privilegiando siempre la justicia, dentro del marco de la legalidad. Con humildad y confianza, brindo toda mi experiencia como juzgadora de más de 20 años, esto significa haber participado, emitido y aprobado más de 70 mil sentencias en mis ámbitos de competencia.

En entrevista, la magistrada admitió que le pidió a Andrés Manuel López Obrador en su carácter de Presidente valorar su trayectoria y su formación en las ternas que remitiría al Senado.


VJCM

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