Roger Bartra: El mundo de la ciencia es más importante de lo que pensaban los políticos

Para el autor de Cerebro y libertad, el covid-19 provocará numerosos cambios en todos los países y provocará una nueva situación social en la que se hace indispensable el apoyo de los gobiernos y empresarios.

Roger Bartra nació en Ciudad de México en 1942. (Especial)
Guadalupe Alonso Coratella
Ciudad de México /

Antropólogo y sociólogo, Roger Bartra tiene una extensa trayectoria en el estudio de las ciencias humanas, sociales y políticas. De ello dan cuenta casi una cuarentena de libros entre los que destaca La jaula de la melancolía, identidad y metamorfosis del mexicano, un clásico sobre la cultura mexicana contemporánea.

En la siguiente conversación, Bartra reflexiona sobre los cambios que ocurren en el mundo a partir del covid-19, de la relación del hombre con la naturaleza y de la presencia cada vez más evidente de la inteligencia artificial en todos los ámbitos.

¿Cómo has sobrellevado estos meses de confinamiento?

Estoy instalado en una jaula, pero no de la melancolía. Nunca he sido melancólico y no me siento mal encerrado. El trabajo intelectual siempre ha implicado estar en mi estudio, en mi casa. No soy muy sociable, así que en mi vida cotidiana no ha habido grandes cambios. No me siento damnificado por la pandemia directamente. Desde luego, el entorno es el que ha cambiado y me preocupa mucho.

¿Qué es lo que más te preocupa?

Soy sociólogo y antropólogo, me ha interesado estudiar, ver y reflexionar sobre los grandes cambios que están ocurriendo a raíz del covid-19. Me asombra porque es algo inédito en la historia el hecho de que un sector de la sociedad, del mundo de la ciencia, de la medicina, de los laboratorios y los hospitales, ha obligado a otro gran sector de la sociedad, a la economía, a frenar. Es una situación novedosa que la ciencia, los médicos, hayan logrado vencer a los políticos y a los financieros sobre la necesidad de parar, hasta cierto punto, la economía. Y con ello se ha provocado también una situación inédita que no ocurría hace más de un siglo: una crisis económica, una parálisis, que afecta a toda la sociedad. Ciertamente ha habido una confrontación entre el mundo de la ciencia y el mundo de la política y la economía, pero los empresarios, los políticos, han tenido que aceptar que para controlar esta pandemia es necesario el encierro, es necesario distribuir los recursos de otra manera.

Esta situación, ¿qué nos ha revelado de nuestras instituciones?

En México, como en todos los países no del todo bien desarrollados, las cosas han sido más difíciles, porque hay desconcierto en el mundo de la política. Las instituciones sanitarias y los hospitales no están preparados para estas cosas y también ha habido, como en el resto del mundo, un conflicto entre el mundo de la ciencia y el mundo de los políticos y empresarios. Al comienzo los políticos ganaron y, al igual que en Brasil, Estados Unidos, Inglaterra, eso provocó que la pandemia golpease con mucha más fuerza que en otros lugares porque se perdieron semanas, incluso meses de inactividad, de no cuidarse, de no preconizar el uso del tapabocas. Aquí el conflicto entre la ciencia y la política, entre la medicina y la grilla política fue muy fuerte, pero al final, la medicina acabó imponiendo ciertas normas que los políticos tuvieron que obedecer, a regañadientes en muchos casos.

Esta pandemia también ha generado muchas reflexiones sobre la sociedad que hemos construido

Una de las primeras reacciones fue que la pandemia estaba por liquidar al sistema capitalista, que el sistema y la sociedad capitalistas no resistirían esta crisis y que estaríamos a punto de observar grandes cambios. Bueno, esa predicción falló por completo. El capitalismo demostró que es capaz de adaptarse a nuevas situaciones y de ninguna manera vemos que esté a punto del colapso final. Sin embargo, hay una transformación económica y de la sociedad misma por las condiciones que impone la enfermedad. Estamos viviendo tiempos de un cambio acelerado. La economía se ha tenido que fragmentar, dividir, dispersar, cambiar los ritmos y adaptarse a una situación completamente novedosa. Se ha generalizado el teletrabajo, lo cual significa una descentralización de muchas actividades económicas. Así que la estructura económica y las formas como la sociedad se adapta a estas sí está cambiando y ese cambio parece que va a durar bastante más tiempo de lo previsto.

¿Dónde se han hecho más visibles estos cambios?

Uno de estos elementos ya estaba presente, el teletrabajo, pero asociado a las redes de trabajo a distancia tenemos las nuevas funciones que está adquiriendo la inteligencia artificial, específicamente la robótica. En estas condiciones de fragmentación de la fuerza del trabajo en muchos ramos de la economía, es muy importante la función de una inteligencia artificial que coordine la situación. Estamos siendo cada vez más apoyados, pero también agredidos, por robots que orientan, organizan, muchas actividades de nuestra vida. Muchos estamos acompañados todo el tiempo por un pequeño robot, nuestro teléfono inteligente. La presencia de la robótica y los cambios tecnológicos van a modular las nuevas formas de relaciones sociales y de la economía. Estoy convencido de que estamos viviendo transformaciones profundas en el modo de vida y en la cultura.

¿Cómo te imaginas el futuro?

Uno de los cambios más importantes va a ser que observaremos expresiones de inteligencia artificial aproximándose cada vez más a formas de conciencia artificial. Ya hay varios intentos y esto se va a acelerar porque será una manera de dulcificar la explotación de los empleados a base de mecanismos robóticos amables, con cierta apariencia humana. Durante muchos años no será más que una apariencia, pero se irá sofisticando, vamos a ver cada vez más inteligencia artificial en las casas. Ahora, en el contexto de la pandemia, esta situación paralelamente está provocando que masas inmensas de población estén ingresando en los sectores de la pobreza y la miseria. Cada día aumenta el número de pobres en México y el mundo, pero sobre todo en América Latina. En México posiblemente dentro de un año habrá 10 millones de pobres más, esa es la situación que va a estar provocando una pandemia tan peligrosa y mal manejada. Ese es un cambio brutal, porque vamos a retroceder a niveles de hace 10, 15, 20 años, creo que vamos a salir muy lastimados, pero también muy cambiados.

¿Qué lecciones nos deja esta crisis, cómo podría cambiar nuestra vida en sociedad y la responsabilidad que tenemos como especie?

La pandemia es una agresión súbita, aunque no tan inesperada, de la naturaleza. Pero hay otra respuesta de la naturaleza de la cual sí somos responsables, el cambio climático, una verdadera amenaza. El cambio climático funciona en cámara lenta, avanza lentamente. Creo que la experiencia dramática con el covid-19 nos debe hacer pensar en esa otra relación que tenemos con el entorno natural que es lo que está acelerando el cambio climático. Esto va a cambiar enormemente a la sociedad también. Hay que estar atentos, pensar que nuestra relación con el entorno natural es bastante más compleja de lo que creíamos.

¿Qué debates son los más urgentes de cara al futuro?

La experiencia del covid-19 ha demostrado que ese mundo del cual he hablado, el de la ciencia, los hospitales, los médicos, los laboratorios, es más importante y complejo de lo que pensábamos y de lo que pensaban los políticos. El mundo de la ciencia no solo se refiere a las ciencias aplicadas, a la fabricación de vacunas, por ejemplo, que ahora es algo fundamental, es también el de la ciencia más especulativa, es el mundo de las artes y de la literatura, es el mundo de la cultura. Vamos a necesitar que ese mundo de la cultura nos alimente en nuestra nueva condición, en nuestra nueva situación social. Eso es algo que tiene que reconocer el mundo de la política, de la economía y de los empresarios. Es fundamental que ellos pongan parte de su fuerza, de su dinero y apoyo en la cultura y la ciencia.

Perfil

Roger Bartra

Sociólogo y antropólogo
Nació en Ciudad de México en 1942. Investigador emérito del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, investigador III del SIN y miembro de la Academia Mexicana de la Lengua. Entre otros libros, es autor de Chamanes y robots: reflexiones sobre el efecto placebo y la conciencia artificial, La fractura mexicana: izquierda y derecha en la transición mexicana y La democracia ausente.

Frases

“La economía se ha tenido que fragmentar, dividir, dispersar, cambiar los ritmos y adaptarse a una situación completamente novedosa”

“La experiencia dramática con el covid19 nos debe hacer pensar en la relación que tenemos con el entorno natural, que es lo que está acelerando el cambio climático”

"La presencia de la robótica y los cambios tecnológicos van a modular las nuevas formas de relaciones sociales y de la economía”

Clave

En el futuro…

Uno de los cambios más importantes va a ser que observaremos expresiones de inteligencia artificial aproximándose cada vez más a formas de conciencia artificial. Ya hay varios intentos y esto se va a acelerar porque será una manera de dulcificar la explotación de los empleados a base de mecanismos robóticos amables, con cierta apariencia humana. Durante muchos años no será más que una apariencia, pero se irá sofisticando, vamos a ver cada vez más inteligencia artificial en las casas.

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