Entre cuestionamientos de la oposición, la presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra, denunció una presunta campaña de infundios y mentiras para paralizar la institución a su cargo, al tiempo de defender su controversia constitucional contra el INE para garantizar un órgano realmente autónomo de cualquier poder y el recuento efectivo de votos.
En reunión de trabajo con la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, Piedra sostuvo que la CNDH es hoy “más autónoma que nunca”, no sólo frente al gobierno federal, sino ante partidos, políticos y poderes fácticos que, según dijo, llevan años controlando todo en el país y no quieren perder privilegios.
“Vengo sobre todo a defender a la CNDH de los infundios y las mentiras de la campaña con sesgo partidista que se ha emprendido desde que asumí su titularidad (…); se han dicho muchas mentiras acerca de nuestro trabajo y, peor que eso, se le ha intentado invisibilizar, como si la CNDH ya no existiera o debiera dejar de insistir. Eso es lo que quisieran, paralizarnos, que no trabajáramos, que no estemos cerca del pueblo, cerca de las víctimas”, dijo.
En ese contexto, la “ombudsperson” justificó tanto la recomendación general como la controversia constitucional presentada contra el INE, con el argumento de impedir la repetición de las violaciones a los derechos a la democracia, reunión, asociación, protesta social, memoria y verdad registrados entre 1951 y 1965.
Señaló que el objetivo de dicho recurso no es solamente defender la facultad de hacer pronunciamientos públicos o recomendaciones generales, sino una verdadera lucha por la afirmación de su autonomía y la existencia misma de la CNDH y el respeto cabal a sus funciones.
“La mayoría de las y los mexicanos queremos fortalecer nuestra democracia formal, pero también las iniciativas de democracia participativa; queremos la garantía de contar con un órgano realmente autónomo de cualquier poder, constituido o fáctico, legal o supralegal, que asegure la transparencia del proceso electoral y el recuento efectivo de votos con plena certeza para la ciudadanía”, puntualizó.
Llamó a eliminar por completo el control gubernamental y la prevalencia de los intereses partidistas: “no queremos que vuelvan los tiempos de las elecciones controladas por el gobierno o un partido; no queremos que se repitan los fraudes electorales que han marcado buena parte de nuestra historia”.
En su turno, la legisladora panista Mariana Mancilla puso en entredicho la autonomía de Piedra con respecto al presidente Andrés Manuel López Obrador, además de reclamar las omisiones de la CNDH ante los abusos del actual gobierno.
“Su participación defendiendo los abusos del gobierno ha sido más como una persona cercana al presidente que en defensa de los ciudadanos y como ejemplo tenemos su nula atención y exigencia para los tratamientos de los niños con cáncer o la desaparición de los defensores de los derechos humanos, de desaparecidos, de periodistas. de la destrucción de patrimonios ecológicos que ya son derecho humano”, remarcó.
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A su vez, la priista Sue Ellen Bernal acusó a la titular de la CNDH de asumirse como vocera del Ejecutivo, en lugar de defensora de la ciudadanía:
“No solo es lamentable, sino es indignante que el órgano que con la lucha de muchas mujeres y muchos hombres que usted conoció a muchos de ellos, se creó para que fuera autónomo, para que acompañara y defendiera a las y a los ciudadanos, hoy sea utilizado por usted como una vocería del gobierno federal. Eso, de verdad en sus palabras, no es moral, no es ético y no es legal”.
Por Morena, la diputada Marisol García salió en defensa de Piedra “con sororidad” y acusó a la oposición de actuar con base en la infodemia, el odio, la falta de respeto y la agresión, manipulando y falseando datos.
EHR