El grupo parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados urgió al Congreso de la Unión a activar las comisiones bicamerales encargadas de dar seguimiento al combate al crimen organizado y a los asuntos de seguridad nacional.
“Urge la participación del Poder Legislativo en temas de seguridad. No podemos ser omisos ante la ola de violencia que atañe a nuestro México. El narco es el peor enemigo del país y es necesario frenarlo desde todas las trincheras”, puntualizó Rubén Moreira, coordinador de la bancada tricolor en el Palacio de San Lázaro, en un mensaje en redes sociales.
Por ello, los diputados del Revolucionario Institucional exigirán esta semana la activación de las comisiones bicamerales, pues los legisladores deben ser un contrapeso responsable y de propuesta.
“El narco es un problema de gobernabilidad y por lo tanto de seguridad nacional”, insistió Moreira.
El coahuilense denunció que la Comisión Bicameral de Seguridad Nacional tiene meses sin funcionar, por lo que emplazó a sus integrantes a participar, como le corresponde al Poder Legislativo, en las soluciones a la emergencia nacional.
Advirtió asimismo la omisión del Congreso de la Unión respecto a la integración de la comisión bicameral para dar seguimiento a la actuación de las fuerzas armadas en materia de seguridad pública y lucha contra el narcotráfico, como se estableció en la reforma constitucional para ampliar la participación militar en seguridad pública hasta 2028.
“Hemos sido omisos y debemos actuar más como en otras naciones, como en Estados Unidos, donde desde el Congreso, de manera activa, se han empujado las políticas de seguridad”, subrayó.
Remarcó la importancia de que los legisladores incluyan en su agenda la lucha contra el narcotráfico e incluso se convoque a los gobernadores para revisar su actuación.
Moreira señaló que México vive sus momentos más difíciles en materia de seguridad y como ejemplo citó el caso de Colima, donde hay 93.9 homicidios dolosos por cada cien mil habitantes, situación que también ocurre en Baja California, Zacatecas, Morelos y Sonora, donde se observan estándares muy altos de ese delito.
AS