Algunos de sus amigos murieron en el camino, a otros les fueron robadas sus pertenencias en el bosque y la selva que hay entre Colombia y Panamá; ellos pudieron arribar con bien desde Chile a Nuevo León, donde detuvieron su marcha.
Son Roberto Jean-Firs, de 22 años, y Johnny Telisma, de 35, ambos procedentes de Chile, pero originarios de Puerto Príncipe, Haití, quienes relataron su odisea de peligros en un pausado español, aunque su idioma es el criollo haitiano, un dialecto del francés.
Roberto estuvo durante cuatro años en Chile, y pudo llegar a Monterrey tras cruzar 10 países para buscar documentación legal de residencia y poder trabajar, pero antes pasó momentos que pusieron en riesgo su vida.
"De Colombia a Panamá es más difícil el trayecto, porque hay varios ríos y se murió mucha gente en el camino; es muy difícil pasar y las montañas están muy peligrosas. Es un bosque, y sí, mi compañero de escuela se murió.
"Me vine caminando, ahí no hay autobuses, no hay camino. Comíamos sopa y comprábamos en el camino en la tienda de Colombia. Comíamos una vez al día", describió.
Indicó que en México no se toparon con la delincuencia organizada y que su idea no es llegar a Estados Unidos, sino quedarse en Monterrey para poder trabajar y estudiar.
"Me gustaría trabajar de barbero se puede, depende de la cantidad que me vayan a pagar, si no hay problema, estoy buscando trabajo.
"Soy de Puerto Príncipe. Me salí de ahí porque a mí no me gusta la violencia y allá no hay seguridad. Me fui a otro país y estoy buscando vivir más tiempo, en la calle puedes morir por un balazo. Mi esposa es dominicana y me quedé a vivir en el departamento (municipio) de San Felipe, en Chile", comenta.
Por su parte, Johnny Telisma señala que estuvo 5 años en Chile, y que llegó el lunes pasado a Monterrey.
"Salí de Haití como a los 30 años y me fui hasta Santo Domingo (República Dominicana). Ahí no pude encontrar trabajo y me fui a Chile, y luego a Bolivia, porque estábamos buscando trabajo, y en Chile estuve más tiempo.
"El trayecto más peligroso es de Colombia hasta Panamá. Hay muchas dificultades en el camino, (ya que ahí) nos asaltaron, nos quitaron nuestro dinero, nuestro teléfono y nuestros anillos", relató.
Agregó que se quedará a vivir aquí, pero dependerá del trato y si encuentra un buen trabajo y estudio para sus hijos.