Después de que el 22 de marzo, con 267 votos a favor, 104 en contra y 33 abstenciones, la Cámara de Diputados aprobó la tipificación como delito las llamadas "terapias de conversión" que promueven la reorientación sexual, la diputada Salma Luévano comentó cuáles serán las acciones de seguimiento que se trabajarán en dicho proyecto.
En entrevista con MILENIO, Salma Luévano, política, diputada y activista trans de la comunidad LGBT, mencionó que tras 5 años de lucha, este logro se trató de un trabajo en equipo que contó con el apoyo de las senadoras Citlalli Hernández, Patricia Mercado y Alejandra Lagunes, entre otras personas aliadas.
“Lo que no está prohibido, está permitido”, menciona la activista, por ello, afirma, considera importante la resolución de una ley que castigue a las personas que colaboran en terapias de conversión o también llamadas ECOSIG (Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual y la Identidad de Género).
Luévano externó su preocupación ante la existencia de clínicas y lugares que, mediante mediante falsos métodos hacen creer a la gente -padres, tutores, familiares- que la homosexualidad "tiene cura".
"Estas 'pseudoclínicas' se han aprovechado de la ignorancia y es muy triste que muchas, muchos y muches personas de la diversidad han sido presas de este 'lavado de cerebro'", dijo.
Por otro lado, mencionó que en algunos casos los procedimientos son atroces, pues algunos de ellos llegan a violaciones sexuales; ocasionando que las personas sometidas caigan en un estado de debilidad emocional y se vean orilladas a introducirse en vicios, y 'salidas' como el suicidio.
En pie de lucha, Salma Luévano, al lado de colectivos y apoyo de otros aliados como el activista político Genaro Lozano, logró que la minuta de la propuesta llegara a la Cámara de Diputados; aún cuando el legislador panista Felipe Fernando Macías pasara desapercibido el tiempo de revisión cuando ya se había dictaminado. Afortunadamente, Luévano consiguió rescatarla.
"Hubo un recorrido que no fue nada fácil, de la mano de quien propuso, de quien llevó y de quien estuvo insistiendo en esta iniciativa (...) y rindió frutos", comentó.
Salma Luévano mencionó que el triunfo de la votación de ayer corresponde a la sociedad civil y cree, era una “deuda histórica” que se tenía con la comunidad LGBT.
Actualmente se está en espera de que el proyecto se apruebe una vez que llegue al Senado como último paso en este camino de esfuerzo.
El delito sería castigado con dos a seis años de prisión a quien practique este tipo de “rehabilitación”. En tanto, menciona que, aún no se puede hablar del tema en cuanto a reparación de daños de las víctimas hasta que se establezca legalmente como acto ilícito.
"A quienes sufrieron aislamientos por estas terapias, hasta ahora, en la iniciativa no hay un tema de reparación, pero las clínicas recibirían un castigo de dos a seis años de cárcel", comentó.
Salma dice que esta acción es parte de su lucha como chica trans, que creció en un contexto de discriminación y avanzó en resiliencia y que la llena de confianza e ilusión ver que los derechos están avanzando para garantizar la seguridad de la comunidad.
"Da esperanza, confianza, luz, da ilusiones de que se está trabajando en los derechos. Da credibilidad al trabajo legislativo y a quienes se sientan seguras, seguros, segures. Es un tema muy importante que abona en materia de los derechos humanos.", finalizó.
ksh