Al hacer un recuento de su administración, el gobernador de Nuevo León, Samuel García, aseguró que su tercer año inició una vez más sin voluntad por parte del Congreso local.
“Y este tercer año fue altamente politizado, desgraciadamente lo electoral permeó y asumimos nuestra responsabilidad, pero ya llevamos tres meses donde el gobierno del Estado ha puesto toda la voluntad, todo el empeño, todas las ganas de que haya de nuevo diálogo y sinceramente no vemos ni un guiño, ni una señal”.
Al finalizar la presentación de la evaluación “Gobernador, Cómo Vamos”, el mandatario hizo hincapié en la reforma hacendaria que aprobaron los diputados, que eleva del 20 al 25 por ciento el reparto de participaciones federales a los municipios.
“Lo que hicieron ayer o antier en el Congreso no sólo es irresponsable, es imposible. Si tú al Estado de bote pronto, sin gradualidad, sin balance presupuestal, le quitas el 5% de sus ingresos, lo quiebras, entonces decimos, qué necesidad, sin avisar, sin decir agua va, de dar ese mordidón, pues pareciera que hay grupos que no quieren diálogo o que lucran con la división”.
En materia de seguridad, uno de los rubros peor evaluados, aseguró que la relación con la Fiscalía General y el Poder Judicial es ríspida.
“En seguridad, afortunadamente con las inversiones creo que vamos a mejorar, pero si hubiera un verdadero diálogo, coordinación y estado de derecho con la Fiscalía y el Poder Judicial, ahorita estuviéramos mucho más avanzados.
“Por ejemplo, el Poder Judicial no van a las mesas de seguridad, de qué te sirve hacer estrategia, destacamentos, arrestar, si los jueces siguen con sus criterios y ahora con la reforma judicial ya andan en otro plan, ya andan en el limbo, se andan registrando para ministros”.
El gobernador recalcó que sigue con la buena fe de mantener diálogo con los alcaldes, toda vez que recién inician su gestión.