A 10 años de la masacre en San Fernando, se sigue buscando justicia: Pantoja

La directora de la Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho dijo que a casi un decenio de la masacre de San Fernando, Tamaulipas, no hay una sola sentencia en el caso.

Junto a colectivos de Tamaulipas recorre Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos de la Segob zona de fosas clandestinas.
Kenia Hernández
Ciudad de México /

El sacerdote fundador de la Casa del Migrante de Saltillo, Pedro Pantoja, indicó que desde hace 10 años de la masacre de los 72 migrantes en San Fernando, Tamaulipas, los familiares siguen esperando una investigación y hacer justicia sobre el caso.

Durante un conversatorio virtual, Pantoja comentó que ese acontecimiento, y muchos otros, así como el trato indebido en esta pandemia, ha caracterizado a la migración con una muy cruel identidad y que México es el “cementerio de los centroamericanos”.

Resaltó que las familias de las víctimas nunca fueron invitadas para dar testimonio y que no se consiguen las copias de los expedientes fundamentales para saber qué es lo ha investigado el Estado y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

“El caso fue clasificado como gran violación a los derechos humanos, después de un litigio cansado de 7 años, no hay una investigación exhaustiva de los hechos. La zona de San Fernando es una zona de terror y sin embargo, está sembrada también de armas de la policía, nadie atraviesa sin ser visto; 3 mil kilómetros recorrió el convoy del crimen organizado y nadie lo detuvo en ningún momento”, dijo.

Detalló que llevarán el caso nuevamente a Washington y a Ginebra en Suiza, así como al Vaticano para que de ser posible el Papa Francisco diera unas palabras sobre el suceso.

“Hoy precisamente en estos días, a los 10 años, con la fundación y las familias de Centroamérica queremos darle una dimensión internacional, puesto que lo llevaremos el caso también, otra vez a Washington y Ginebra, y de alguna manera especial también estamos buscando caminos con mucho respeto al vaticano, para esperar también si es posible una palabra del Papa Francisco, sobre este acontecimiento”.

¿Qué pasó en San Fernando?

Entre el 22 y 23 agosto de 2010, miembros del cartel Los Zetas secuestraron y asesinaron a 72 migrantes en una bodega del municipio de San Fernando, Tamaulipas. La mayoría centroamericanos, pero también de nacionalidad ecuatoriana, brasileños y un indio, en total fueron 58 hombres y 14 mujeres.

Al pasar los meses se supo que la masacre de San Fernando fue uno de los casos más conocidos de una extensa lista de desapariciones. Aproximadamente ocho meses después se descubrieron más de 190 víctimas enterradas en 47 fosas clandestinas en dicho municipio de Tamaulipas.

En el conversatorio, se señaló que tanto el padre Pantoja como su equipo fueron de los primeros en denunciar los secuestros y asesinatos de los migrante por parte del crimen organizado, así como los 49 cuerpos hallados en Cadereyta, Nuevo León.

“El migrante es un muerto que atraviesa México, sin nombre y sin entierro. El clamor de estas familias lo vamos a escuchar todos estos días, ni perdón, ni olvido. La desprestigiada guerra del presidente Felipe Calderón contra la delincuencia organizada, causó extremada violencia en el país, sus diferentes grupos cubrieron todo el territorio mexicano”, afirmó.

El padre Pantoja preside en el albergue Posada Belén, el cual ha recibido a más de 50 mil migrantes, en su mayoría de Centroamérica y desde hace 10 años es miembro de la Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho (FJEDD).

No hay ninguna persona sentenciada

La directora de la Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho (FJEDD), Ana Lorena Delgadillo, dijo que a casi un decenio de la masacre de San Fernando, Tamaulipas, en donde perdieron la vida 72 migrantes, no hay una sola sentencia en el caso.

Durante el encuentro virtual realizado en conmemoración por los fallecidos, comentó que “la noticia de la masacre nos paralizó a quienes somo defensores de personas migrantes, por eso nos reunimos en este espacio de memoria para no olvidar. Exigimos verdad, justicia y reparación”.

La periodista Marcela Turati, quien también estuvo en el encuentro y una de las escritoras del libro “72 migrantes”, subrayó que el trabajo continúa y que ese suceso no sólo fue un asunto del crimen organizado.

“El trabajo continúa, nueve cadáveres no han sido identificados, muchas familias no saben si su familiar es el que enterraron o no y eso es muy doloroso. En esta masacre lo que me ha quedado muy claro, lo que hemos estado investigando, es que todos están coludidos, o sea, no sólo es un asunto de unos criminales que pararon a unos migrantes, lo que ya sabemos es que frecuentemente secuestraban a migrantes, todavía hay muchos cuerpos enterrado en San Fernando”, afirmó.

En la presentación también estuvieron presentes algunos familiares de las víctimas, como Kimberly, hija de Eva Nohemí, quien leyó una carta que le escribió a su madre. Por otro lado, Ángela Pineda dijo que es doloroso hablar de su hija Mayra, pues cuando decidió irse “al norte” dejó a su bebé de 4 años.

“Me neceó que se iba, yo le decía, aquí estamos comiendo aunque sea frijoles, ella me decía yo quiero un buen futuro para mi hijo”, resaltó,

En tanto, la periodista Alma Guillermo Prieto, comentó que al despertarse la mañana del 23 de agosto de hace diez años con la noticia de que habían matado sin ninguna razón a 72 migrantes en el norte del país, le resultó en un dolor espantoso y una vergüenza.

“Cada muerte es única, eran 72 personas, cada una con su familia, cada una con su historia. En el caso de los migrantes es particularmente importante porque México es un país de migrantes, porque todos somos migrantes”.

Por su parte el actor Daniel Giménez Cacho dijo que “el monstruo del olvido no se trague la memoria”. En un documento de la FJEDD, establece que a 10 años del crimen sólo hay 15 detenidos y que la impunidad prevalece en este y muchos otros casos.

​jlmr

LAS MÁS VISTAS