Ante la presencia excesiva de sargazo en el Caribe mexicano, su recolección en playas y costas genera otra problemática: el aumento de los tiraderos clandestinos ante la falta de rellenos sanitarios y sitios autorizados.
“No lo pueden estar tirando en cualquier predio, lugar, o al lado de la carretera, incluso hemos detectado que han tirado en los manglares. Eso es una afectación directa al ecosistema, a los humedales”, señaló Gerardo Rosas, director de la Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat) de Puerto Morelos.
La Secretaría de Marina coordina al estado y sus siete municipios costeros en la atención al sargazo, por lo que tiene desplegados 11 buques sargaceros costeros con una capacidad de carga de 20 toneladas; además, cuenta con 16 embarcaciones menores.
Al final de la jornada, todo el sargazo se deposita en contenedores establecidos en los muelles y el municipio se hace cargo de su disposición final en tierra.
De febrero a mediados de mayo, en todo el estado se recolectaron 18 mil toneladas de sargazo que, al descomponerse, representan un grave problema.
“Los estudios nos dicen que produce lixiviados y tiene alto contenido de arsénico, entonces es muy importante cómo se maneja a la hora de disponerlo en tierra para evitar afectaciones a los mantos freáticos”, señaló el contralmirante Alejandro López Zenteno, coordinador de la estrategia de atención de la Marina.
La limpieza de playas corresponde al municipio o, en su caso, a los hoteles y restaurantes concesionados. Ante la insuficiencia de lugares adecuados para su disposición final, diversos recolectores ofrecen el servicio, pero lo tiran en sitios no establecidos.
En Puerto Morelos, una brigada de 40 personas recolecta alrededor de 12 toneladas diarias; por ahora se tiran en el basurero vegetal, que tampoco cuenta con geomembranas para evitar que los lixiviados escurran al subsuelo, pero el director de Zofemat sostiene que el objetivo es que sea usado para producir abono por dos empresas que tienen su maquinaria en reparación, mientras que un pequeño porcentaje se transforma en bloques para la construcción.
Emprendimiento
Basado en la técnica de construcción del adobe, el jalisciense Omar Vázquez desarrolló Sargablock, como una alternativa para reducir la acumulación de sargazo en tierra y, con ello, construir viviendas sustentables.
Cada semana, la empresa de Omar recibe 28 toneladas de sargazo que se deshidrata, se tritura y se mezcla con residuos de poda y piedra caliza. “Estamos sacando un promedio de 438 blocks por hora, de 2 mil 500 a 3 mil por día”, dijo el emprendedor.