El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y el presidente con licencia de El Salvador, Nayib Bukele, (quien compite por la reelección) tienen algo en común.
Ambos provocan satisfacción vicariante, fenómeno psicológico que consiste en que la gente crea religiosamente en alguien, en este caso ambos mandatarios, de acuerdo con un profesor que dio clases al líder salvadoreño, Óscar Picardo Joao, director del Instituto de Ciencias de la Universidad Francisco Gavidia.
En entrevista para MILENIO, el investigador y educador (con maestría en teología) explicó que la satisfacción vicariante surge de la necesidad de la gente de aferrarse a un personaje que conecta con la población.
"Nosotros le llamamos satisfacción vicariante, es una relación casi religiosa de creer en él, o sea, yo creo que en México, o en Argentina, o aquí (El Salvador), tú puedes poner una prueba contundente de corrupción, de algo que hicieron estos tres personajes, la gente te va a decir que no, que son cuentos de la prensa, porque la gente cree en ellos, porque hay una esperanza futura y es un fenómeno de psicología social muy marcado, y la gente necesita estar aferrada a alguien.
"La gente necesita creer en alguien y ahí aparecen estos personajes que conectan, que hacen cosas distintas, que hacen señales distintas, y se genera esa relación profunda, y después, paralelo a eso, se genera también un fenómeno de culto a la personalidad muy fuerte, que también se entremezcla con el otro fenómeno de satisfacción vicariante", destacó.
Picardo Joao (originario de Uruguay y radicado en El Salvador), expuso que, históricamente, la población ha necesitado de mitos, leyenda, magia y la religión, para afrontar las realidades.
Picardo Joao, el maestro de primaria de Bukele
Óscar Picardo Joao detalló que, en los noventa, fue profesor del hoy presidente con licencia de El Salvador, Nayib Bukele, en la primaria, a quien calificó como un alumno promedio, sin nada qué destacar.
Picardo Joao (quien tiene un doctorado con especialidad en Didáctica y Organización Escolar), expuso que le dio clases a Bukele en séptimo, octavo y noveno grado (equivalente en México a primero, segundo y tercero de secundaria), en la Escuela Panamericana, un colegio privado de San Salvador, de clase media alta.
"Uno se acuerda de los muy buenos alumnos y de los muy malos, y Nayib Bukele era un alumno promedio, vamos, nada que destacar, ni positivo ni negativo.
"Un chico promedio, un poco introvertido, siempre con su grupo de amigos, que muchos de ellos están en el gobierno, y bueno, una experiencia nada extraña, nada atípica, vamos, desde el punto de vista educativo", explicó.
Óscar Picardo añadió que, a pesar de que eran los años noventa, Nayib Bukele ya tenía bastante interés en el internet y la tecnología.
"Yo creo que desde joven, él estaba muy, pese a que era una época que apenas estaba empezando a surgir internet, porque surge en el 95 o 96, él era bastante tecnológico, o sea, le gustaban esas cosas y como la mayoría de niños de su época y de su grupo socioeconómico.
"Yo creo que es muy hábil para el tema de comunicaciones y marketing y tiene esa capacidad, o sea, el país ha cambiado con él, eso es indiscutible, se le pueden hacer muchas críticas pero el país ha cambiado con el tema de seguridad y con el tema de proyección", apuntó.
El investigador recordó que Nayib Bukele (nacido el 24 de julio de 1981), estudió la carrera de Ciencias Jurídicas en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, pero no la concluyó.
"Se dedicó a Marketing y Comunicaciones, fue el publicista del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) por mucho tiempo, ahí creo que entró a la política como alcalde de una ciudad pequeña, ahí dio el salto a la capital y de ahí a la presidencia.
"Se desentendió del FMLN, fue expulsado o él generó un poco la expulsión y es muy hábil en comunicaciones, marketing, creo que tiene una industria de marketing que nadie se la imagina, se producen más de 100 videos diarios, magnificando, amplificando lo que él dice, lo que él hace", precisó.
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