Dos políticas francesas iniciaron ayer sus campañas presidenciales en su búsqueda por ganar en las elecciones del próximo año y así, una de ellas, convertirse en la primera mujer en gobernar su país.
Las postulaciones de la ultraderechista Marine Le Pen y de la alcaldesa socialista de París, Anne Hidalgo, se suman a la lista de rivales del presidente centrista Emmanuel Macron.
Las nominaciones incluyen batallas entre múltiples candidatos potenciales de la derecha —se encuentra otra política en la contienda: Valerie Pecresse— y con los Verdes.
Hidalgo, de 62 años, alcaldesa de la capital francesa desde 2014, es la favorita para ganar la nominación del Partido Socialista. Lanzó su candidatura en la ciudad noroccidental de Ruan.
“Quiero que todos los niños de Francia tengan las mismas oportunidades que yo tuve”, dijo, invocando sus raíces. Hidalgo es hija de españoles que huyeron de su país en busca de libertad durante el régimen del dictador Francisco Franco.
Le Pen, líder del partido Agrupación Nacional, comenzó su campaña en la ciudad de Fréjus (sur) con la promesa de defender la “libertad” francesa.
Reiterando un mensaje de la extrema derecha que, según los críticos, ha vilipendiado a comunidades musulmanas, Le Pen prometió ser dura con “las partes de Francia que han sido talibanizadas”. Aunque ya había anunciado su candidatura, ayer nombró a Jordan Bardella, de 26 años, como jefe en funciones del partido para permitir a su campaña avanzar a toda marcha.
Macron, de 43 años, aún no ha anunciado su candidatura a la reelección, pero se presume que lo hará.