Steve Bannon, estrecho aliado del ex presidente de Estados Unidos Donald Trump, se presentó ayer ante un juez para enfrentar cargos por desacato tras negarse a comparecer ante la comisión de la Cámara de Representantes que investiga el asalto al Capitolio del 6 de enero pasado.
Bannon no rindió declaratoria durante la audiencia y deberá volver a la corte este jueves para la próxima fase de lo que puede ser el primer juicio de alto nivel relacionado con la insurrección en el Capitolio federal.
Sin embargo, Bannon declaró desafiante afuera del tribunal que estaba “enfrentando al régimen de (Joe) Biden” por estas las acusaciones.
Aseguró que “irá a la ofensiva”: “Este delito menor será un infierno para Merrick Garland, Nancy Pelosi y Joe Biden”, refiriéndose al secretario de Justicia, la presidenta de la Cámara de Representantes y al mandatario estadunidense.
Precisamente y según documentos de la audiencia Bannon, que tiene un podcast llamado War Room, dijo en vísperas del salto al Capitolio: “Mañana se desatará el infierno”.
Por la mañana, Bannon se entregó luego de que el viernes fue acusado de dos cargos de desacato penal: uno por rehusarse a presentarse para una comparecencia ante el Congreso y el otro por negarse a entregar documentos.
La jueza Robin Meriweather le otorgó la libertad sin fianza pero deberá reportarse semanalmente y le ordenó entregar su pasaporte.
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