Dos ex secretarios se lanzan también contra el Insabi

Frenk y Chertorivski

Quitar 40 mil mdp al fondo catastrófico puede desatender las enfermedades crónicas

El encargado del ramo en el sexenio de Fox. (Archivo)
Carolina Rivera y Blanca Valadez
Ciudad de México /

Desmantelar el Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos (FPGC), que a lo largo de 15 años consolidó una reserva de 80 mil millones de pesos y haberle quitado 40 mil millones de pesos, imposibilitará costear las enfermedades catastróficas de los afiliados al desaparecido Seguro Popular y sumar los nuevos casos anuales de pacientes crónicos, aseguró Julio Frenk Mora, ex secretario de Salud.

“Estamos ante un retroceso enorme. México regresó a un modelo del sistema de salud de los años 70, del siglo pasado. Nos regresaron más de 40 años. Vamos hacia atrás”, dijo en entrevista con MILENIO.

Frenk Mora, quien echó andar dicho sistema de protección en salud en el sexenio de Vicente Fox, explicó que en la ley del Instituto de Salud para el Bienestar es muy clara al establecer que solo coordina el primer y segundo niveles —los servicios ambulatorios de las clínicas y centros de salud, partos o cirugías sencillas— y no hay ninguna mención “expresa hacia el tercer nivel”, donde se atendían más de 63 enfermedades crónicas y costosas.

Y lo grave es que “al quitarle 40 mil millones de pesos para regularización de médicos y otros elementos de gasto corriente, se destruye el fondo de reserva que se había hecho con tanto cuidado técnico y se carece en realidad de un sistema financiero capaz de hacer frente a las necesidades reales de los mexicanos”.

En tanto, el también ex secretario de Salud Salomón Chertorivski señaló que la creación de Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) desfondó el fideicomiso de gasto catastrófico del Seguro Popular que servía para brindar atención altamente especializada de forma gratuita, utilizando esos recursos para cuestiones administrativas.

En entrevista con Carlos Marín para El asalto a la razón, Chertorivski alertó del riesgo que existe con la reforma a la Ley General de Salud en donde un transitorio prevé utilizar 40 mil millones de pesos de los recursos destinados para la atención médica de los beneficiarios del Seguro Popular para el arranque del Insabi.

“Los recursos (del fondo) se ponían a nombre y en la cuenta de cada uno de los afiliados, lo que permitió crear una bolsa que fue ayudando a incrementar la atención de enfermedades de alta especialidad, cáncer, infarto al miocardio, atenciones neonatales, VIH sida”.

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