En un hecho sin precedentes decenas de personas se manifestaron en las inmediaciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la víspera del Informe de Labores del ministro presidente, Luis María Aguilar Morales; por lo que la diputada del PRI, Claudia Pastor exigió un cese a la violencia a los representantes del Poder Judicial.
La legisladora demandó respetar la autonomía y libertad de los ministros y jueces de determinar sus salarios, al tiempo que pidió al gobierno federal "asumir la responsabilidad de encender al país".
"El tono de las discusiones que se tienen aquí al descalificar y no reconocer la autonomía de los Poderes, allá afuera con la ciudadanía se lleva la violencia, es muy importante que se asuma la responsabilidad de ser gobierno o se puede encender este país. Es obvio que esto no puede seguir pasando y tengo que hacerlo valer".
"No estamos hablando de cuánto es el monto, estamos hablando de la división de Poderes, dejen que se pronuncie, es su competencia. Y cuidado, cuidado con la violencia, de verdad, están llamando a agredir a los ministros y a los jueces", advirtió.
Lo anterior debido a que manifestantes tomaron las calles de Pino Suárez y Corregidora, para presionar a los ministros y jueces adherirse al plan de austeridad del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
La autodenominada Coordinadora Nacional de Personas en Resistencia, portaba pancartas y banderas blancas para exigir la renuncia de la alta burocracia del Poder Judicial, además, contra los salarios y prestaciones que devengan los ministros, quienes a decir de ellos se resisten a adoptar las medidas de austeridad impulsadas por el titular del Poder Ejecutivo y miembros del Poder Legislativo.
Afuera del estacionamiento de la SCJN los manifestantes interceptaron a todos los vehículos que salían de las instalaciones, les arrojaban objetos y a los ocupantes les gritaban insultos y reclamos.
En el interior de uno viajaba el director de Comunicación Social del Consejo de la Judicatura Federal, Jorge Camargo, el cual la turba enardecida golpeaba en repetidas ocasiones al tiempo que arengaban: “ladrones” y “muertos de hambre”.