Un análisis de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) sobre las fuentes de agua que nutrirán al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, revela que de no disminuir los consumos en la región, la construcción de cuatro acueductos no podrá satisfacer la demanda proyectada que requiere esta obra.
Hasta ahora los proyectos que se han consolidado como viables para la dotación de agua que satisfaga la demanda del aeropuerto que se construye en Santa Lucía son principalmente los acueductos del Valle del Mezquital y el de Tecolutla-Necaxa.
El más cercano a la Base Aérea es el acuífero Valle de Mezquital, a 45 kilómetros, y el más lejano, y que pese a ello está en estudio su viabilidad, está a 165 kilómetros.
En el segundo se captaría el agua superficial proveniente del proyecto Tecolutla-Necaxa, según se apunta en el Programa Territorial Operativo de la Zona Norte del Valle de México con énfasis en el proyecto aeroportuario de Santa Lucía.
En una síntesis del documento se anota que los otros dos escenarios son llevar el agua del acuífero Actopan-Santiago de Anaya, distante a 92 kilómetros, y el otro, más cercano pero inviable, es el de Cuautitlán-Pachuca, a solo 10 kilómetros. Este último está catalogado por la Conagua “como un acuífero sin disponibilidad”.
“Con un déficit en el consumo de 106 millones de metros cúbicos anuales, esto significa que el consumo actual rebasa la capacidad del acuífero de satisfacer la demanda de sus usuarios y al mismo tiempo mantener la integridad del acuífero sin comprometer su recarga”, abunda.
Las alternativas de suministro de agua para el aeropuerto están en estudio por parte de la Conagua. “Las estrategias presentadas tienen por objetivo definir las fuentes de agua alternativas al acuífero Cuautitlán-Pachuca”.
De ahí los cuatro escenarios o alternativas para el traslado del agua al inmueble que se prevén.
Sin embargo, se reconoce que ni los cuatro juntos podrían “satisfacer la demanda proyectada de agua”.
En dicho Programa Territorial se señala: “Hay que reconocer que los escenarios previstos, dependen fundamentalmente del comportamiento en el consumo de agua, por los grandes sectores agrícolas e industrial, pero de igual manera por el consumo individual”.
Para ello se están considerando escenarios de consumo en la región aledaña a la Base Aérea de Santa Lucía y sería positivo solo “si se procura un consumo inferior a los 190 litros diarios por habitantes, ya que en el escenario tendencial, de 300 litros al día, incluso la presencia de los acueductos externos es insuficiente para satisfacer la demanda proyectada”.
La instalación de uno solo de los acueductos, en este caso el del Valle del Mezquital, solo sería factible “si se mantuviera un consumo de agua de 100 litros al día, pues sería posible conservar un balance hídrico positivo”.
Este acuífero “tiene una disponibilidad de 30 millones de metros cúbicos anuales, lo que representa, por su cercanía y presencia en la zona, una alternativa al consumo de agua requerido en la zona por la actividad aeroportuaria y el desarrollo económico y habitacional esperado por su operación”.
Debido a esas características, parece ser la mejor opción.
Cualquier opción que se elija, lo cierto es que al momento no se tiene un presupuesto definido para tal obra. Lo que se desprende del apartado del documento Matriz de Programación de Acciones.
Semar pide 90 mdp para frenar sargazo
La Secretaría de Marina presentó ante Hacienda un proyecto de inversión para la compra de cinco sargaceras, material para la construcción de dos más, además de barreras de contención y barredoras por lo que solicita 90 millones 235 mil 952 pesos. La Semar señaló que con este proyecto se implementará un “adecuado desarrollo de las actividades económicas en el Caribe mexicano y las playas de Quintana Roo”, de manera que en la entidad se generarán empleos y derrama económica.