Como parte del proyecto Tren Maya, dentro de la Reserva de la Biosfera de Calakmul en Campeche, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha construido desde enero, un hotel de 160 habitaciones en un predio de tres hectáreas, que se sitúa a sólo 10 kilómetros de la zona arqueológica, donde ya llevaron a cabo el desmonte de selva para la preparación del terreno, sin contar con la autorización en materia de impacto ambiental, denunciaron pobladores y organizaciones sociales.
La Sedena asegura que el predio se encuentra totalmente impactado, debido a que fue utilizado como un campo chiclero hasta la década de los 90; no obstante, de acuerdo con la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, la dependencia debe presentar su Manifestación de Impacto Ambiental ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), debido a que se trata de una obra dentro de un área natural protegida, y no lo hizo.
La preocupación de lugareños y expertos radica en que el paraje Aguada bonfil, donde se desarrolla el hotel, se sitúa junto a una aguada, es decir, un aprovisionamiento de agua que es una importante fuente para la vida silvestre de la zona. Por ello, los especialistas advierten que la concentración de turismo en ese punto generará un fuerte impacto al medio natural.
“Lo que preocupa es el consumo de agua, en la reserva hay un estrés muy importante por la escasez de agua”, destacó Gilberto Pozo, director ejecutivo de Conservación de la Biodiversidad del Usumacinta.
En entrevista con MILENIO destacó que diversos especialistas, han realizado proyectos sobre la disponibilidad de agua para la fauna silvestre en esa zona, donde han colocado cámaras trampa y ante la escasez del líquido, han tenido que instalar bebederos para animales como tapires.
“Los animales están bajo un estrés por la escasez de agua y dependen de cuerpos llamados aguadas, que son muy importantes, son como oasis en un desierto –selvático en este caso–, pero la presencia de población, la presencia de un hotel, va generar impacto fuerte por la demanda del agua, porque no sabemos cómo se va a abastecer, o si la van a llevar de otro lado”, aseguró.
Además, el predio carece de luz, agua y drenaje, por lo que temen que dotarlo de servicios básicos, detonará otros proyectos inmobiliarios dentro de la selva; en sí mismo, advierten que el hotel tendrá un fuerte impacto debido a la generación de residuos, tanto desechos orgánicos como orinas y excretas de los turistas, e inorgánicos; además de la generación de ruido y luz que impacta el equilibrio ecológico.
“Es una reserva que tiene doble atributo, es uno de los macizos forestales más importantes de Latinoamérica –después del Amazonas–, es Patrimonio Mundial por parte del Unesco, tanto cultural, como natural”, destacó Gilberto Pozo.
El especialista relató que al enterarse de la construcción del hotel del Tren Maya en Calakmul, su equipo se dio a la tarea de consultar la Gaceta Ecológica de la Semarnat, para indagar si existe algún permiso de construcción de obras dentro de la Reserva de la Biosfera de Calakmul, lo cual no encontraron, por lo que ya presentaron una denuncia ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
“Revisamos la Gaceta Ecológica del 2018 a la fecha y no encontramos ninguna manifestación de impacto ambiental, ningún aviso preventivo, ni nada que pueda estar relacionado a la construcción de un hotel o de una obra que tenga que ver con alojamiento esa obra no tiene los permisos que marca la ley para poder iniciar la construcción”, subrayó.
Destacó que “mientras no se haga un estudio real del impacto ambiental, y que se diseñen programas que mitiguen o compensen esos impactos, el proyecto es un peligro. Sin una planeación es un riesgo para todos, para las arcas públicas como también en lo ambiental y social, por ejemplo, mucha gente local se queja de que nosotros tenemos años aquí y no podemos tirar un árbol porque está prohibido, pero cómo viene gente de fuera que trae dinero, va a construir un hotel, ellos sí pueden, entonces no hay esa coherencia social”.
El proyecto hotelero del Tren Maya
Como parte de las obras del Tren Maya que ejecuta la Dirección General de Ingenieros de la Sedena se construyen seis hoteles cercanos a las zonas arqueológicas más importantes de la ruta, así como dos parques ecológicos, que se han dado a conocer en las conferencias matutinas del presidente Andrés Manuel López Obrador.
“En el hotel de Calakmul, que se construye a 10 kilómetros de la zona arqueológica y en un predio de tres hectáreas aproximadamente, totalmente impactado desde el punto de vista arqueológico y ambiental debido a que fue utilizado como un campo chiclero hasta la década de los 80. Se construye el hotel Calakmul bajo las más estrictas normas ambientales, incluso es el único de los seis hoteles que no contará con alberca”, dijo Blas Andrés Núñez Jordan, jefe del Centro Coordinador de Operaciones del Tren Maya, a finales de febrero.
De acuerdo con el analista de datos, Jorge García Orozco, un documento de la Sedena revelado desde octubre pasado en los SedenaLeaks, el hotel del Tren Maya en Calakmul tiene una inversión de poco más de mil 10 millones de pesos, “el proyecto consiste en la construcción de instalaciones para alojar al personal que se encuentra en tránsito en la región del sureste en Calakmul, Campeche”.
Documentos de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) indican que el predio donde se desarrolla el hotel se encuentra dentro del área considerada como el núcleo sur de la Reserva de la Biosfera de Calakmul, donde hasta 1991 funcionó la central chiclera Villahermosa, y estuvo manejada por la Cooperativa de productores de chicle Los Chenes. “Actualmente, la Central Chiclera está ocupada por la Secretaría de la Defensa Nacional”.
En la conferencia matutina del 27 de febrero, Andrés Núñez Jordan destacó que otros de los proyectos hoteleros se desarrollan en Palenque, Chiapas, donde el hotel se ubica a una distancia de 1.6 kilómetros de la zona arqueológica; en Yucatán, se construirá el hotel Nuevo Uxmal, a 8.8 kilómetros de la zona arqueológica de Uxmal “y se conectará por medio de un sacbé o camino blanco que ofrecerá una experiencia única al poder observar la flora y la fauna de la región”.
En Chichén Itzá ya se construye un hotel a 600 metros de la zona arqueológica, y a un lado del centro de atención a visitantes de la zona arqueológica. Asimismo, en Tulum, el hotel se localizará dentro del Parque Jaguar a una distancia de tres kilómetros de la zona arqueológica y de la zona de playas, tendrá acceso desde la estación del tren del mismo nombre, así como acceso vehicular.
“Todos estos hoteles que mencioné, contarán con 160 habitaciones cada uno, así como alberca, restaurante y los servicios necesarios para el adecuado funcionamiento de los mismos”, dijo.
En la misma conferencia, el general Brigadier Óscar David Lozano Águila, director general de la Empresa Tren Maya de la Secretaría de la Defensa Nacional anunció la constitución de la empresa de participación estatal mayoritaria Tren Maya Sociedad Anónima de Capital Variable, que es la responsable de administrar y operar “este gran proyecto ecológico turístico y arqueológico más importante del mundo”.
“Sus estaciones y paraderos están diseñados para constituirse en polos de desarrollo de las ciudades por donde pasa, a fin de generar demandas de servicios de transporte, alimentación y hospedaje, a partir de las instalaciones ferroviarias y generar un desarrollo armónico y sustentable en las comunidades, para garantizar que se mejora la calidad de vida de los mexicanos”, dijo Lozano Águila.
DM