A principios de 2018, el Senado destinó alrededor de 57 millones pesos para seguridad y resguardo de sus instalaciones que incluyen apoyo por parte de la policía auxiliar y ciberseguridad, pero al menos la mitad de las cámaras de seguridad no funcionan.
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De las 840 cámaras distribuidas en todo el Senado, 219 son digitales y el resto no sirven o son analógicas.
MILENIO constató que por lo menos cuatro de esas cámaras pudieron videograbar a la persona que entregó el paquete que intentó dañar a la legisladora este miércoles.
De acuerdo con el informe de contrataciones y licitaciones, el Senado contrató seguridad y vigilancia durante las 24 horas los 365 días del año con un monto máximo de 48 millones 285 mil pesos, cuyo proveedor es la Policía Federal.
Otro de los contratos es sobre Servicios de Ciberseguridad gestionada para prevención de incidentes por un monto de alrededor de 5 millones de pesos de la empresa MilleniumTechnologies, y otro más de servicios administrados de vigilancia y radiocomunicación por 3 millones de pesos, por MCS Network Solutions.
En los próximos días, el Senado adquirirá 600 cámaras con tecnología de punta para mejorar la seguridad. Tendrán visión nocturna y serán dirigibles.
Este jueves, las medidas se reforzaron en las instalaciones de Reforma e Insurgentes, luego de que la seguridad del recinto legislativo se vio vulnerada tras el atentado a la morenista Citlalli Hernández.
La senadora resultó con lesiones leves luego de abrir un libro-bomba, justo el día en Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador y Christine Lagarde, directora del Fondo Monetario Internacional, visitaron la cámara.
OVM