La Comisión de Derechos Humanos del Senado pidió a la ONU que exhorte al gobierno de Estados Unidos y de todos los gobiernos a detener los discursos de odio y división, al entregar una carta a Michelle Bachelet en la que solicita coadyuve con el país vecino para frenar, reglamentar y limitar el uso de armas en manos de civiles.
“México es parte afectada, por lo que tiene interés legítimo en elevar esta petición, acudiendo a los mecanismos de Naciones Unidas que velan por los derechos y libertades de los ciudadanos. Confiamos en que su Oficina apoye esta lucha sin fronteras, a efecto de que un mundo tolerante, democrático y multirracial actúe en favor de todos los seres humanos”, se refiere en la carta entregada por la presidenta de la comisión de Derechos Humanos, Kenia López.
En la misiva entregada a la Alta Comisionada para los Derechos Humanos en Ginebra, la legisladora subrayó que es necesario redoblar esfuerzos para evitar la incontrolada proliferación de armas en los Estados Unidos.
“Que provocan junto esas actitudes xenófobas, una mezcla explosiva que sólo deja una sociedad fragmentada, violenta y sin cohesión social en detrimento de la convivencia entre distintas razas y culturas”.
La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado subrayó que particularmente para México es un tema relevante que no debe postergarse, ya que muchas de esas armas son introducidas a su territorio desde los Estados Unidos.
“Dicho fenómeno genera que se fortalezca el crimen internacional. Confiamos en que su Oficina apoye esta lucha sin fronteras, a efecto de que un mundo tolerante, democrático y multirracial actúe en favor de todos los seres humanos”.
Al referirse al ataque del pasado sábado contra la comunidad latina en El Paso, Texas, la senadora del PAN hizo notar que la migración es un fenómeno sin fronteras que debe ser atendido por todas y todos.
En ese sentido, pidió a Bachellet que se reitere por parte de la Oficina de la Alta Comisionada la urgencia de hacer un llamado a fin de evitar “que desde los gobiernos se produzcan discursos de odio, racistas o de intolerancia, en tanto son generadores de violencia y de divisiones en la sociedad”.
“Denigrar al diferente, decir que hay una invasión de gente nociva, proveniente del sur, hacia los Estados Unidos, es falso, ya que los migrantes contribuyen con sus capacidades y con su mano de obra a la economía de Estados Unidos. Lo anterior, es provocar que crezca la espiral del odio y de las agresiones en la sociedad norteamericana”.
Puntualizó que los migrantes buscan un desarrollo y trabajo para sus familias. La democracia tiene estos desafíos y hay que conjuntar esfuerzos de los gobiernos e impulsar tolerancia y convivencia entre las diferentes razas, ya que sólo así habrá un porvenir para la civilización.
AE