Con motivo de la conmemoración anual en memoria de las víctimas del Holocausto, en el Senado se rendirá hoy un homenaje a Gilberto Bosques Saldívar, diplomático mexicano recordado por salvar a 40 mil personas durante la Segunda Guerra Mundial.
Gilberto Bosques Saldívar nació en Chiautla de Tapia, Puebla, el 20 de julio de 1892 y participó en el levantamiento de Aquiles Serdán en 1910.
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Tras el triunfo de la Revolución ingresó a la política, fue dos veces diputado y en 1934 alcanzó la Presidencia de la Cámara de Diputados, por lo que le tocó responder al primer informe de gobierno del entonces presidente Lázaro Cárdenas y junto con Luis Enrique Erro impulsó reformas constitucionales en materia educativa.
De acuerdo con el sitio en internet del Senado, Saldívar fue cónsul general de México en París, Bayona y Marsella entre 1939 a 1944, posición desde la que ayudó a más de 40 mil refugiados de distintas nacionalidades y credos, ofreciéndoles residencia y nacionalidad mexicana.
El embajador salió de París cuando la ciudad estaba punto de ser tomada por los alemanes. El gobierno mexicano le dio facultades para establecer el consulado donde conviniera al país, por lo que viajó primer al Sur y después a la Costa Norte.
Restableció el consulado en Bayona, pero la zona fue ocupada por los alemanes, por lo que se trasladó a Marsella junto con su familia dentro de la zona del gobierno francés de Vichy, territorio independiente de los alemanes.
Apoyó a mexicanos de origen libanés y a refugiados españoles que huían de los nazis, aunque fue tal la demanda de refugio que rentó dos castillos como centros de asilo y apoyó con visas a otros refugiados, incluidos judíos, pese al hostigamiento de la Gestapo.