Ya no se reprimen a los jóvenes como en los gobiernos anteriores; afirma Sheinbaum

La jefa de Gobierno aseguró que se gobierno promueve los derechos y el que "donde nunca más, el Estado reprima a sus jóvenes"; esto en las conmemoraciones de la Masacre del 2 de Octubre de 1968

La jefa de la Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, en las conmemoraciones del 2 de octubre. (Cuartoscuro)
Leonardo Lugo
Ciudad de México /

La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, encabezó la conmemoración del 53 aniversario de la matanza del 2 de octubre de 1968 que se llevó a cabo en la Plaza de las Tres Culturas, donde afirmó que en la Ciudad de México ya no se reprime a los jóvenes, sino que se garantiza el acceso a la justicia, democracia, sus derechos y libertades.

“Este gobierno, que lo que hace es promover derechos, una Ciudad de Derechos, que lo único que permite o que provoca o que busca, es una ciudad de libertades; una ciudad, donde nunca más, el Estado reprima a sus jóvenes; y, es más, no solamente se ofrece democracia, dignidad y libertad y trabajamos todos los días con ello, sino que, además, damos a los jóvenes educación, damos a los jóvenes posibilidad de desarrollo, damos a los jóvenes derechos y libertades”, expresó.

Durante la ceremonia, la mandataria capitalina montó una guardia de honor y depositó una ofrenda floral tras el Toque de Silencio en memoria de los jóvenes y civiles caídos en Tlatelolco; también se izó la bandera a media asta y se entonó el Himno Nacional. Asimismo, dedicó su mensaje a las personas que fueron acribilladas en la Plaza de las Tres Culturas, y a Raúl Álvarez Garín y la Chata Campa “quienes fueron muy cercanos en mi vida”.

Indicó que los movimientos sociales donde participaron maestros, ferrocarrileros, médicos y universitarios, principalmente el de 1968, contribuyeron a la posibilidad de contar con un gobierno distinto en la actualidad. Ademas, dijo que la “Transformación de la Vida Pública de México” permite el acceso a la justicia y derechos de la población, desde el 5 de diciembre de 2018, cuando inició la presente administración capitalina.

“Esta nueva forma de gobernar que acaba con la corrupción, que acaba con los privilegios y que tiene por encima de todo la democracia y la no represión al pueblo surge precisamente de ahí y es el orgullo de lo que estamos viviendo hoy, la Cuarta Transformación de la República. Y ahí, ya no hay marcha atrás, ya no hay marcha atrás porque ha habido una revolución de las conciencias, en donde el pueblo de México sabe que el derroche no tiene cabida en esta ciudad, que la represión no tiene cabida en esta ciudad”, sostuvo.

El miembro del Consejo Asesor de Cultura para la Ciudad de México, Francisco Pérez-Arce, realizó una semblanza de la reprensión de estudiantes ocurrida el 2 de octubre de 1968, donde el gobierno de ese entonces fue incapaz de escuchar la demanda de diálogo público y utilizó la fuerza desproporcionada para terminar con un movimiento que era pacífico.

“El crimen de Tlatelolco consiguió acabar con el movimiento, pero selló la derrota moral del régimen. Todo lo sucedido entre el 26 de julio y el 2 de octubre 1968, las multitudes en las calles, las voces libertarias, los muros cargados de poesía, la imaginación queriendo escalar al cielo, las nuevas formas de vislumbrar la relación con el poder, la sublevación de la vida cotidiana en las escuelas y, a menudo también, en las familias, todo eso representó una victoria cultural del Movimiento”, añadió.

El magistrado presidente del Poder Judicial de la Ciudad de México, Rafael Guerra Álvarez, señaló que esta fecha representa la fuerza de los movimientos sociales que traen consigo el verdadero progreso político, cultural y espiritual de la Nación; además, la dependencia que encabeza, venera el espíritu revolucionario de la libre y pacífica manifestación para dar voz a quienes no son escuchados.

“La sangre vertida en la Plaza de las Tres Culturas dejó una marca imborrable y su herida no será cerrada jamás. Sin embargo, en un sentido más amplio, gracias al sacrificio de las víctimas, México dio un paso histórico para reformar al poder público y replantear la relación entre el ciudadano y el Estado. Esas vidas no se perdieron en vano, su espíritu sigue entre nosotros, inspirando al verdadero cambio social” apuntó.

dmr

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