Lo que comenzó como un simulacro de rutina, terminó en una operación real. Desde temprano, el Campo Militar 1-A se preparó para realizar demostraciones de la Fuerza de Apoyo para Casos de Desastres del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos como parte de las actividades para conmemorar a las víctimas de los sismos de 1985 y 2017, sin que nadie se imaginara que minutos después estarían listos para ser desplegados.
A la 12 horas con 19 minutos, se activaron las alertas y sonó el estremecedor perifoneo, con lo que dio inicio al simulacro programado; seis compañías, 555 elementos del equipo terrestre fueron movilizados desde sus cuarteles para que en tan solo 13 minutos estuvieran listos para ser aerotransportados a un supuesto desastre. Esto, como parte del Plan DN-III-E para casos de emergencia y auxilio a la población.
Entre ellos, la Compañía Canófila de la Policía Militar, el Grupo de Emergencia de Atención Médica de Urgencias, una compañía de paracaidistas, y el Equipo de Respuesta Inmediata a Emergencias o Desastres (ERIED), este último, con participaciones relevantes en 2017, con la búsqueda y rescate de personas por el sismo de la Ciudad de México; en 2021 con las búsquedas en la mina de Muzquiz, Coahuila; o en septiembre de 2021, con el desgajamiento del cerro de chiquihuite en Tlalnepantla, Estado de México.
Hombres y mujeres que trabajan hombro con hombro entre fuego, grava, escombros y estructuras colapsadas, y de acuerdo con Kaled López, Sargento Primero de Sanidad, “altamente capacitados para realizar su trabajo bajo cualquier condición”.
Minutos después, a las 13 horas con seis minutos, los altavoces volvieron a emitir la alerta sísmica y el asta bandera de la explanada Damián Carmona de este campo militar comenzó a tambalearse.
El simulacro había concluido, y con ello, la exhibición de vehículos, armas, equipo y herramientas de las compañías reunidas. Ya no se trataba de un ensayo, sino de una operación real, luego de que se confirmara un sismo de 7.7 grados con epicentro en Coalcomán, Michoacán.
Desde los altavoces se aclaró que el simulacro había concluido y se dio la instrucción de abordar los vehículos, lo que de inmediato transformó el rostro de los militares designados para dar entrevistas a los medios de comunicación, quienes tomaron el mando de sus compañías para guardar su equipo y desalojar la explanada en apenas tres minutos y entrar en una Fase Preventiva.
“Estamos preparados, tenemos equipo y material, y el personal que está todos los días, montamos una guardia con capacidad de desplazarse a cualquier hora y a cualquier lugar vía terrestre o vía aérea”, explicó a MILENIO, Sergio Montaño, Capitán Segundo del ERIED.
De acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional, en caso de requerirse podrían ser desplegados desde el campo militar a mil 148 elementos, y si las necesidades lo ameritan hasta 2 mil 939 militares en una tercera fase para ser trasladados a cualquier parte del país.
JLMR