Para que el trabajo de las Contralorías internas de los 125 municipios funcione necesitan realmente autonomía y no ser nombrados por el alcalde, porque es al primero a quien deben vigilar y cuestionar si incurre en actos contrarios a la ley y no cuida el erario municipal.
Para ello se requieren reformas de fondo, donde sea el Congreso local quien los nombre e incluso quien les pague su salario.
De otra forma, van a seguir sirviendo a los ediles y estarán “atados de manos” para hacer cumplir la ley, indicó el contralor legislativo Victorino Barrios Dávalos.
En entrevistas por separado, contralores de diversos municipios reconocieron como jefe al presidente municipal. La gran mayoría habló de carencias de equipo y sobre todo de personal, pues en varios casos ni secretaria tienen y ellos se deben convertir en “todólogos” para poder hacer auditoria de obra, financiera, procedimientos administrativos y cumplir con todas las obligaciones que les impone la ley.
SUBORDINADOS AL CABILDO
Legalmente, el presidente municipal es quien nombra al contralor del municipio. Los únicos requisitos que debe cumplir son, de acuerdo al artículo 113, tener los conocimientos necesarios para desempeñar el cargo, contar con título profesional en las áreas contable o económico-administrativas, tener experiencia mínima de un año y estar certificado por Instituto Hacendario del Estado de México (IHAEM).
Para esto último necesitan cursar el diplomado Funciones de la Contraloría Municipal, con una duración de cinco semanas, para luego ser sometido a un diagnóstico y un examen de conocimientos.
Quienes van a curso son gente elegida por los titulares de las presidencias municipales, quien a su vez puede removerlos cuando considere necesario y modificar su salario y condiciones laborales.
El contralor o contralora tiene entre sus funciones el fiscalizar el ingreso y ejercicio del gasto público, aplicar las normas en materia de control y evaluación, establecer las bases generales para la realización de auditorías e inspecciones, vigilar que los recursos federales y estatales se apliquen correctamente, vigilar el cumplimiento de las obligaciones de los proveedores y los contratistas con el municipio, designar a los auditores externos, operar el sistema de quejas y denuncias, entre otros.
No detectan casos de corrupción
Pero hasta el momento ningún contralor ha logrado detectar casos graves de corrupción, ni si quiera han procedido contra algún funcionario municipal por incurrir en actos de corrupción porque en la mayoría de los casos no lleva a cabo auditorias ni ejercen a plenitud sus facultades.
Los contralores entrevistados señalaron que sólo han llevado algunos procedimientos administrativos, pero ninguno grave ni involucra a funcionarios de peso dentro de las administraciones, sino que se centran en atender demandas ciudadanas de mal servicio y piden a las áreas relacionadas que mejoren el trato con el público.
En la opinión de Victorino Barrios Dávalos, para ser contralor no sólo se debe ser egresado de una carrera económica administrativa, sino también abogado, porque de otra manera no podrán cumplir cabalmente con su labor. Además de tener gente especializada en diversos ramos que conozcan de obras y abogados que estén actualizados en las nuevas normas.
“Un auditor solo abogado no va a funcionar bien, porque entonces ¿quién audita? O un auditor solo contador no va a saber hacer el procedimiento. Ahí, curiosamente si queremos cambiar el estado de cosas hay que tener economistas-abogados-arquitectos-ingenieros... porque todo eso se ocupa”, añadió.
Si alguien debe estar preparado en un ayuntamiento es el contralor, debe saber de auditoría de obra, financiera, administrativa... de aspectos jurídicos; pero al final nombran a quien sea como contralor y un curso no sustituye toda una carrera de un profesionista.
“El cargo más importante en un ayuntamiento para que haya verdadera rendición de cuentas es el de contralor, pero necesita sentirse con cierto grado de autonomía para no cambiar su postura o dejar de investigar porque le grite un regidor o lo amenacen con dejarlo sin salario”, apuntó.
Sin recursos materiales ni humanos
Aunque las contralorías son cargos de importancia para cualquier ayuntamiento, muy pocos tienen las condiciones para operar de manera adecuada.
A la mayoría, sobre todo de municipios pequeños y medianos, les falta personal, equipo y condiciones para llevar a cabo su trabajo.
Joel Velázquez, de Tepetlaoxtoc, reconoció que le falta de todo, empezando por el personal.
La Contraloría de este municipio está integrada solamente por él y un auxiliar, que es un abogado que le ayuda a implementar los procedimientos administrativos.
“Pero cuando yo quisiera hacer una auditoria de obras públicas no tengo el personal para eso, necesito de un arquitecto, alguien que sepa, es lo mismo para tesorería, necesito un contador, porque para procedimientos tengo abogado, pero no para áreas especializadas”, indicó.
Para ellos sería de mucha ayuda que la Contraloría estatal les ayudara a hacer las auditorias y ellos sólo dedicarse a llevar a cabo los procedimientos administrativos, que también representan una carga importante de trabajo, empezando por quienes no presentan a tiempo su declaración de bienes, altas, bajas, entre otros temas.
El licenciado en Economía, informó que durante este trienio han aplicado alrededor de 10 sanciones, por faltas administrativas, en algunos casos por falta de conocimiento del servidor público y en otros por necedad porque vuelven a cometer la misma falta.
Hilda Lugo Ceballos, de Malinalco, quien está a punto de concluir su trabajo como contralora, coincidió que también le hace falta mucho personal. Su área no creció por falta de recursos.
“Sólo estoy yo y mi secretaria; si salgo a alguna actividad y debo dejar una persona par que se encargue de lo que pueda pasar mientras yo estoy fuera. Tampoco contamos con el personal capacitado y se necesita de contadores; no tenemos ese conocimiento, nos mandan a auditorias y nos dicen revisa la obra, los alcances, las medidas y lo hacemos de acuerdo a lo que sabemos, pero nos faltan conocimientos específicos”, abundó.
Aparte de esto falta equipamiento, computadoras, escáner, darle importancia al área porque hay una carga de trabajo demasiado fuerte que no se puede resolver con sólo una persona porque se trata de llevar a cabo auditorias, ver a los comités de contraloría social, supervisor de personal, de llevar a cabo los procedimientos administrativos, quejas, entre otros aspectos que los convierte en “todólogos”.
El contralor José Benítez Mondragón, de Zacazonapan, habló de falta de presupuesto.
“Estamos puestos por el presidente y nos adaptamos a lo que el presidente diga y se hace todo lo que se me solicita, pero sólo soy yo, no tengo ni secretaria”.
En el caso de San Mateo Atenco, un municipio que forma parte del Valle de Toluca y tiene mayor presupuesto que los anteriores, la contralora Valeria Toledo Flores dio a conocer que en este caso ya están reconocidos de manera adecuada en el organigrama con las áreas que deben tener de acuerdo a las últimas reformas a la Ley de Responsabilidades Administrativas.
En este caso cuentan con las tres autoridades que son la investigadora, sustanciadora y resolutora, además tienen el personal y dan cumplimiento a lo que establece la norma.
Son tres jefaturas, cuatro departamentos: denuncias; control seguimiento y evaluación; auditoria; contraloría social y de responsabilidades y el área de resoluciones, de manera que ya están en forma para llevar a cabo el trabajo, aunque todavía no sanciones relevantes.
Ada Rojas García, del municipio de Cocotitlán, aseguró que el presidente municipal se ha preocupado demasiado en el sistema de contraloría y ha puesto a la gente necesaria y fundamental para poder llevar a cabo todos los procesos a partir del 19 de julio del 2017 que cambió la ley.
Es el alcalde quien se preocupa porque el municipio tenga orden, él es quien prevé cualquier anomalía y se preocupa por poner a la contraloría como un punto estratégico en el municipio, aseguró.
Sin embargo, reconoció que tienen recursos muy limitados y mucha actividad porque se regulan todas las áreas del municipio para que no se caiga en actos de corrupción y atienden las quejas de la ciudadanía, por lo cual han sancionado poco ya que han incidido más en la prevención, dando capacitación.
Por reformar la ley
El contralor legislativo, Victorino Barrios Dávalos, insistió que el elemento fundamental para que un contralor haga bien su trabajo es tener cierto grado de autonomía.
Sin autonomía no hay contraloría
Si ello no ocurre están supeditados a lo que el cabildo o el presidente señale. El principal problema es la falta de autonomía, desde el momento que sus informes los rinden al presidente, cuando lo más conveniente sería que esto fuera ante el Órgano Superior de Fiscalización, a la Contraloría del ejecutivo y o del Poder Legislativo.
Incluso, agregó, deberían tener autonomía financiera, que los contralores dependieran directamente de la Cámara de Diputados y al no pagarles los ayuntamientos no tendrían ningún lazo, compromiso ni subordinación para proceder cuantas veces sea necesario.
La verdad, añadió, es que los contralores no logran cortarse ese cordón umbilical de creer que dependen del presidente y hasta que no lo entienda bien podrá haber un cambio real y el ejercicio pleno de sus obligaciones.
Cuando los nombre el Congreso esto podría cambiar, los ediles ya no podrán presionarlos y ya podrían sentirse realmente autoridad, porque, aunque sea administrativa tienen un gran peso real como el vigilante más cercano al ayuntamiento.
Otra forma de no depender es que su salario no salga directamente del ayuntamiento o lo fije otra autoridad, de manera que no haya perjuicio ni beneficio para quien ocupe el cargo.
“En los ayuntamientos cuando a un contralor lo amenazan con suspender la quincena hasta ahí se acaba la investigación, el tramite, entiendo que hasta puede parar una resolución, aunque sea de las no graves, por temor, porque los tienen dominados y eso es muy grave porque no se paran las faltas desde ese ámbito y las faltas crecen porque quedan impunes”, agregó Victorino Barrios.
Si ven que pueden hacer lo que quieran el nivel de impunidad va aumentando; no pasa nada y se siguen repitiendo hechos contra los cuales se intenta erradicar desde el Sistema de Corrupción y diversas instancias.
“Es necesario reformar sus actividades, que cambien de pago, de patrón, lo cual sería una reforma fuerte. Que informen directamente a la Cámara de Diputados, sean nombrados por el Congreso y realmente sean independientes de la autoridad municipal y ejerzan todas sus facultades”, concluyó el contralor legislativo.
LC