Cuando Armando Guadiana Tijerina habla de los toros de lidia le brilla la mirada, hace ademanes en el aire y presume que en la Plaza México le indultaron un novillo de nombre Izquierda de Oro, lidiado en abril pasado por Héctor Gutiérrez y del que habla con orgullo.
Con su clásico sombrero que no se quita ni en las sesiones, explica que ese nombre lo tomó de la izquierda en la que milita desde 2012, cuando apoyó por primera vez la campaña de Andrés Manuel López Obrador, y le puso “de oro” porque eso piensa de Morena, partido por el que ganó la senaduría de mayoría.
Guadiana no tiene una afición. El ex candidato a la gubernatura de Coahuila por Morena tiene muchas y muchos otros varios oficios o negocios: le gusta la tauromaquia, los sombreros, la minería, el beisbol, cultivar manzanas y nogales… y ahora la política.
“Yo nací en Múzquiz y me crié en Nueva Rosita, y por esa zona todos usan sombrero y siempre me he dedicado a la actividad profesional desde que salí de ingeniero civil, luego estudié una maestría en ciencias. Me he dedicado primero al diseño estructural, estructuras de concreto y metálicas; posteriormente a las computadoras, a la construcción”.
Guadiana Tijerina fue, junto con sus socios, de los primeros contratistas del naciente Infonavit y luego cambió de giro a las plantas mineras y la construcción de carreteras y puentes, pero lo que lo apasiona es la actividad ganadera: “Ganadería de reses para carne, pero a lo que más cariño le tengo es a la ganadería de toros bravos que tenemos en Zacatecas”.
En abril pasado, Héctor Gutiérrez le toreó un novillo en la Plaza México, que fue indultado y se convirtió así en el decimosexto en haber recibido ese trato en toda la historia del coso de Insurgentes, después de Bandolero, de Xajay, en la temporada 2014, según narran las crónicas taurinas.
Dice que su afición a los toros lo llevó a España, donde comenzó a ser notoria su afición por los sombreros. Cuando llegaba a las plazas no se lo quitaba, y desde entonces lo hizo un complemento de su atuendo diario, inclusive en las sesiones.
¿Tiene colección de sombreros?
No, yo no colecciono sombreros, yo los compro para usarlos. Ya cuando se me pone un poquito medio usadito, y que ya lo mandé limpiar dos o tres veces, pues utilizo otro, pero siempre tengo uno o dos sombreros. Tenía dos, pero antier se le antojó al senador Víctor Castro y se lo regalé.
Se lo pregunto porque es el único que entra al pleno así en la historia moderna...
Yo revisé a ver si el protocolo del Senado me permitía usar sombrero, pero parece que lo puedo usar. Obviamente me lo quito en un evento de visita solemne, en los honores a nuestra Enseña Patria, el canto del Himno Nacional y todo cuando se requiere un acto protocolario. Pero en cuanto acaban salgo con el sombrero adonde sea. Máxime cuando estoy en Saltillo y más cuando voy al rancho o una huerta.
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El legislador cuenta que también se dedica a la actividad frutícola y tiene una huerta de manzanas: este año nos fue un poquito mal, porque la helada se llevó toda la producción de manzanas en la Sierra de Arteaga en Coahuila y levantamos de 5 a 10 por ciento máximo de lo que debíamos de producir.
¿Por qué le gusta la política?
Con Andrés Manuel empecé a apoyarlo desde enero de 2012, desde la campaña presidencial de aquel entonces y decidí unirme a su proyecto. Ya en 2017 me invitó Morena a participar y me definieron como candidato, de lo que participé, y creo que no tenía todavía el nivel de conocimiento de ahora; posteriormente, en una encuesta me invitaron para participar para encabezar la fórmula del Senado y afortunadamente ganamos.
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Sobre los señalamientos de que paró la iniciativa minera presentada por su compañera de bancada Angélica García, el empresario carbonífero puntualiza que en el Congreso todos pueden expresar lo que quieran, pero esa propuesta ya está contenida en la legislación actual y no es necesario duplicar disposiciones.
“Sí hizo ruido ese tipo de cosas en el mercado de valores, bajan acciones de algunas de las empresas más importantes mineras del país, rebotó hasta Toronto y Vancouver, en las inversiones canadienses y, al final de cuentas, creo que se van a ir recuperando todos estos valores en virtud de que no hay una modificación sustancial en ese tema”.