El diputado federal Luis Fernando Salazar quiso ser futbolista durante su infancia y adolescencia, pero al final pudo más la herencia familiar por las leyes que lo empujó también a la política.
El ex panista y ahora morenista catalogado por él mismo como una persona terca, lo cual califica como una de sus mayores virtudes, comparte que el cine es otra de sus carreras frustradas y se declara fan de la obra del historiador Enrique Krauze.
“He leído de todo. Empecé con historia de México y recuerdo haber leído toda la obra Krauze: desde Biografía del Poder, La presidencia imperial hasta Siglo de caudillos”.
Sin embargo, la filosofía también le atrae y recientemente descubrió la obra de Byung-Chul Han, de quien ya leyó por lo menos tres publicaciones.
¿Cómo eras de niño?
Era un niño al que le gustaba mucho jugar y creo que no he perdido esas ganas de entretenerme. Siempre hice mucho deporte y empecé a entrenar futbol desde los cinco años, lo practique hasta que cumplí 18 años.
Soñé con ser futbolista e hice un intento por lograrlo. Estuve en las fuerzas básicas del Santos Laguna y luego me fui a la Universidad Autónoma de Guadalajara en una visoria porque de repente venían los del Atlas y los Tecos. Me fui para jugar con Tecomán que era el equipo de segunda división y lo hice hasta que terminé la preparatoria.
Llegué a ganar en los torneos nacionales en la primera e incluso me convertí en Campeón Nacional Goleador.
¿Qué te hizo cambiar el futbol por las leyes?
Siempre tuve en la cabeza que tenía que hacer algo adicional al futbol y mi opción fácil fue Derecho porque mis papás son abogados.
No venía la posibilidad de estar en los Tecos y terminar mi carrera en el tiempo normal de un estudiante. La primer traba que me topé era que no iba a poder meter más de tres materias por semana, esto me hizo cuestionarme que tardaría 10 años.
Cuando regresé me inscribí a la Universidad Iberoamericana en Torreón en la carrera de Derecho y durante un par de años atendí una tienda de marcos que tenía mi mamá porque en ese entonces entró a trabajar como regidora en la primera administración del PAN con Jorge Zermeño Infante.
Duré un par de años y el resto de mi carrera trabajé en el despacho de mi papá, fui a los juzgados y comencé a hacer todo lo que hace un abogado litigante.
¿Y la política?
A los 18 años ingresé al PAN.
Cuando salí de estudiar derecho me fui a trabajar a la Ciudad de México como asesor en el Senado con Jorge Zermeño Infante y después ingresé al IFE.
Estuve un par de años y luego decido participar en una de las elecciones locales en Coahuila. Tuve la fortuna de ganar la elección adentro y afuera del partido cuando tenía 24 años.
Después coordiné campañas y me volvió a invitar Jorge Zermeño para ser coordinador de asesores de la mesa directiva de la cámara de diputados, cuando él le da la banda presidencial a Calderón en aquella toma de posesión polémica.
Algo que te ha caracterizado en tu vida política es ser directo y no importarte decir lo que piensan los demás, incluso en su momento con tus compañeros en el PAN, ¿cómo surgió esa actitud?, ¿fueron berrinches de niño que se convirtieron en algo más?
De niño siempre fui muy terco y terminó siendo algo bueno. Creo que la persistencia y la continuidad es la madre de todas las virtudes.
Cuestionaba siempre y podía hacerlo con la decisión de un adulto, aunque de manera respetuosa. Me cuestionaba muchas cosas desde niño.
Algo que tengo muy grabado es que cuando estuve en un colegio de los Legionarios de Cristo, nos hablaban mucho del padre Maciel, me preguntaba por qué veneraban tanto a la persona y me parecía excesivo, cuestionaba por qué decían que era nuestro padre. Me trajo algunos problemas y es un ejemplo de lo que aprendí en casa.
Además de la afición futbolera, ¿qué otras cosas disfrutas?
Mi segunda carrera frustrada fue el cine. Admiro mucho desde la dirección, producción, la fotografía y la actuación, hay muchas películas que me gustan y ahorita se me viene a la mente 'El Renacido de Alejandro González Iñárritu, me parece formidable porque es una persona que nunca se da por vencido y lucha contra todas las adversidades por el amor a su
hijo.
Otra película que me gusta mucho se llama 'Silencio' en donde sale como actor Andrew Garfield y trata de una misión de padres Jesuitas para evangelizar en Japón, pero se topan con una cultura y religión que los somete a todo tipo de pruebas, castigos. Me parece impresionante, densa pero me gusta que sean profundas.
¿Qué está leyendo?
La sociedad de la transparencia de Byung-Chul Han.