El gobernador de Chihuahua, Javier Corral, incumplió las negociaciones con el gobierno federal pactadas desde el 1 de agosto, donde se comprometió a la entrega de agua a través del programa de escurrimientos para los meses de agosto, septiembre y octubre.
MILENIO tuvo acceso a una copia de la propuesta para la extracción equilibrada y transparente de la cuenca del río Bravo, donde se establece una deuda de 483.3 millones de metros cúbicos para cubrir el volumen que resta entregarle a Estados Unidos por el Tratado sobre Distribución de Aguas Internacionales, documento en el cual aparece la firma del gobernador y el director para América del Norte de Relaciones Exteriores, Roberto Velasco.
En el documento se determina que el pago de los 483.3 millones de metros cúbicos será con 244 millones de metros cúbicos de escurrimientos no controlados que llegarán a la estación hidrométrica de la Comisión Internacional de Límites y Aguas, 117.9 millones se obtendrán de la presa El Granero, lo que suma un total de 361.9 millones, y los 121.3 millones restantes serán aportados por los otros cinco ríos tributados del tratado.
El 25 de septiembre, el gobernador Corral aseguró que no firmó ningún acuerdo sobre el pago del tratado y que seguirá trabajando con los agricultores y productores en una propuesta de solución definitiva con el pago del agua de las presas internacionales y nacionales, ya que “nadie está obligado a lo imposible”, y cuestionó el por qué vaciar sus presas para pagar el tratado si hay agua en otras.
Documento de agosto firmado por Corral y Velasco. (Especial)
En entrevista para MILENIO, Velasco afirmó que “el gobernador Corral incumplió con los acuerdos a los que se comprometió en diciembre con la Secretaría de Gobernación y nuevamente en agosto; luego de un esfuerzo de diálogo, hicimos un programa de cómo tenían que ocurrir las entradas a El Granero de otras presas y de escurrimientos; incluso rubricó ese programa”.
Expresó que la propuesta para pagar con agua de presas internacionales es engañosa, debido a que la entidad sabe que existe una limitación por el abasto para el consumo humano de 14 ciudades del norte del país, como Reynosa, Matamoros, Nuevo Laredo, Acuña y Piedras Negras, y señaló que retiene el agua de manera ilegal.
Afirmó que una de las hipótesis por las que Corral decidió que “su palabra no valía y no seguir adelante con el programa” tiene una motivación electoral, por lo que decidió manipular las cifras para presentar una versión que no corresponde a la realidad.
Dijo que se trata evitar que por un capricho de un gobierno estatal para apoyar a personas que no tienen la razón jurídica se ponga en riesgo el abasto de otras ciudades y el cumplimiento del tratado.
“Es responsabilidad del gobierno federal distribuir el agua equitativamente y continuaremos con esa ruta para cumplir con nuestras obligaciones, aún si eso no conviene a los intereses políticos del gobierno de Chihuahua y molesta al gobernador Corral, porque no se vale que un estado acapare agua a costa de los demás”.