Dos años después de que fuera creada, con la idea de convertirla en un super ministerio de seguridad, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) emprendió una limpia de funcionarios vinculados al durazismo y desde noviembre se ha dado de baja al quince por ciento de todos los servidores públicos del sector central de la dependencia, en particular mandos medios y altos.
La barredora ha alcanzado a prácticamente todas las áreas, desde la dirección general de Comunicación Social hasta las de Análisis Criminal, Coordinación Estratégica, Recursos Humanos y Recursos Materiales, entre otras. Los ceses, renuncias voluntarias, retiros, jubilaciones y despidos se han concentrado en niveles jerárquicos superiores, como directores generales, generales adjuntos y hasta jefes de unidad.
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Una relación de bajas laborales, elaborada por la Dirección General de Recursos Humanos de la SSPC, obtenida por MILENIO gracias a una solicitud de transparencia, da cuenta de que el incremento sustancial en salidas –más del 300 por ciento en algunos casos– coincide con la renuncia de Arturo Durazo de la dependencia y la llegada en noviembre de Rosa Icela Rodríguez .
Desde entonces, de un total de mil 689 plazas para el sector central de la SSPC, según el análitico de plazas de la Secretaría de Hacienda (SHCP) para 2021, 252 funcionarios han pasado por el cuchillo, aunque en el documento no se especifica si han sido reemplazados por nuevas contrataciones.
La limpia ha sido particularmente profunda en las áreas más cercanas a la nueva secretaría, así como en las de finanzas, recursos humanos y recursos materiales; Rodríguez, cabe destacar, asumió el cargo presencialmente en diciembre, tras batallar varios meses con una infección de covid-19.
La ola de salidas se detonó tras la renuncia de Durazo, quien contiende por la gubernatura de Sonora, dejando el cargo en medio de una danza de cifras sobre la incidencia delictiva del país, afirmando que se habían reducido distintos delitos, pero con evidentes alzas en otros.
Desde ese mes y de manera contrastante con todo el año anterior, se generó un incremento sustancial en el número de bajas de personal de la SSPC, conforme a los datos de Recursos Humanos.
El caso más notorio es el del personal de máxima cercanía con la secretaria Rodríguez, los de su oficina: entre noviembre de 2020 y marzo de este año, renunciaron, se jubilaron, fueron despedidos, cesados o dados de baja 90 mandos de distintos niveles. Se trata de cuatro jefes de unidad –equivalentes a subsecretarios en administraciones anteriores–, dos directores generales, ocho directores de área, 14 enlaces, 46 jefes de departamento y 17 subdirectores, entre otros.
En la lista de bajas, por supuesto, se incluye también “un secretario de Estado”. Es el caso de Durazo mismo.
La salida de personal en el recambio de la era Durazo con la de Rodríguez se ha enfocado en zonas altamente estratégicas, con la baja de los principales directores generales, entre ellos los titulares de la dirección general de Análisis Criminal (encargada de implementar el análisis de información criminal para la planeación de operativos) o la de Coordinación Estratégica (dedicada a gestionar la coordinación de la SSPC con dependencias como la Secretaría de la Defensa Nacional y de Marina).
La navaja pasó de misma forma por la dirección general de Coordinación con Entidades. Esta área, que mantiene vínculos con las secretarías de seguridad los estados y las direcciones de seguridad pública municipal y cuya misión es “construir la paz” mediante un diálogo constante con funcionarios de distintos niveles, perdió 11 integrantes desde noviembre; otros siete fueron dados de baja en la Subsecretaría de Planeación, Prevención, Protección Civil y Construcción de Paz y seis más en la Dirección General de Seguridad Privada.
También se hizo un recambio en las direcciones generales Consultiva y Derechos Humanos; Transparencia y Archivos; Recursos Humanos; Programación y Presupuesto; y Gestión de Riesgos.
Otra área en donde se decapitó a mandos superiores es la de Recursos Materiales, encargada del presupuesto para obras, adquisiciones y rentas en la dependencia. Ahí, al menos 30 personas han sido dadas de baja.
La cascada de salidas también alcanzó la dirección General de Programación y Presupuesto, en la que las bajas de personal se dispararon en un 300 por ciento en comparación con el primer trimestre de 2020 (enero-marzo), cuando solo se recortó a cinco personas. Desde noviembre, 16 personas han dejado las filas de la dependencia.
AESC