En días recientes el gobernador Jaime Rodríguez Calderón anunció la posibilidad de subsidiar el transporte público, sin embargo, existe un antecedente negativo en un programa de gratuidad similar que implementó el gobierno en 2016, con montos no solventados de hasta 13 millones de pesos detectados por la Auditoría Superior del Estado (ASE).
En este sentido, especialistas en movilidad señalaron que esta alternativa no es una solución al aumento de las tarifas, pues consideraron que los subsidios promueven la corrupción, porque funcionan como una caja chica.
Y es que cuando se aplicó la fase piloto del programa de Bono Preferente para estudiantes, adultos mayores y personas con discapacidad, que duró del 1 agosto al 31 de diciembre de 2016, la ASE Nuevo León realizó señalamientos a la Agencia Estatal del Transporte (AET).
De acuerdo con la Cuenta Pública del 2016 de la AET durante cuatro meses se depositaron dos millones 655 mil 513 pesos a personas que ni siquiera existen en el padrón de beneficiarios y se erogaron otros dos millones 050 mil 241 pesos a estudiantes que no cuentan con una matrícula.
Además la ASE señaló que no se incluyó el criterio de selección del padrón de estudiantes, adultos mayores y personas con discapacidad que recibieron la ayuda y tampoco se comprobó que la empresa Enlaces Inteligentes SA de CV realizara el depósito correspondiente a los beneficiarios del programa.
Por su parte, el experto en Movilidad, Moisés López, opinó que no es viable aplicar un subsidio en las condiciones actuales del transporte por la falta de transparencia, distorsión de mercado e ineficiencias del servicio.
“Los servicios de transporte público están llenos de ineficiencias y de distorsiones de mercado, aquí no sabemos cuál es el costo real del servicio, entonces sobre qué base vas a dar el subsidio.
“La decisión de otorgar un subsidio teóricamente se debería de dar con base a que ya el servicio es muy eficiente y que no tiene distorsiones ni ineficiencias y aún así no le alcanza a los usuarios, entonces les otorgas un subsidio; pero esa primera parte no la sabemos”, apuntó.
En Brasil, dijo, con el programa Vale Transporte se generó un mercado negro, porque los usuarios vendían sus pasajes gratuitos, de manera que la corrupción también se genera en la sociedad, aunado a la falta de transparencia de los gobiernos en este tema.
“Llegó a haber mercado negro, tú le dabas el subsidio a las personas y las personas lo vendían, entonces pues no es tan sencillo como eso (...) Aquí hay un programa de subsidio que se llama ‘gratuidad’ ¿dónde están los informes de eso?”, cuestionó.
Subsidio al transporte tiene un turbio antecedente en NL
La Auditoría Superior del Estado hizo señalamientos de montos no solventados por 13 millones de pesos de un programa de gratuidad de 2016.
Monterrey /
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