Al incumplirse el Tratado Internacional de 1944 se adeudan casi 700 millones de metros cúbicos al vecino país pero además se pone en riesgo la sobrevivencia de la zona fronteriza en Tamaulipas, señaló el director general de la Comisión Estatal del Agua, Raúl Quiroga Álvarez.
Si se retiene injustamente en Chihuahua, dijo en entrevista, México batalla como país para atender el compromiso con Estados Unidos pero los tamaulipecos también sufren para cubrir el abasto regional del norte, por lo que se demanda una distribución equitativa y justa.
“Cuando hay agua suficiente arriba y si ese usuario se quiere adueñar de más de lo que tiene derecho mientras estamos sufriendo acá abajo los tamaulipecos y los texanos por falta de pago del compromiso, pues ahí tiene que entrar la autoridad (Conagua)”.
Dijo ver con preocupación que este año hidráulico que arrancó el pasado primero de octubre se tenía en las presas de Chihuahua más de mil millones de metros cúbicos que no van a utilizar y que podrían servir para abonar al Tratado.
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De no hacerse, apuntó, se enfrentará un grave problema pues la frontera de Tamaulipas también vive del agua que escurre de la parte de arriba. Por ello se busca, aclaró, no quitarle el agua a Chihuahua, sino solamente que el Tratado se cumpla.
Antes se pagaba puntual
El funcionario estatal citó que actualmente estamos en el ciclo 36 de un Tratado que inició a principios de los años 50, es decir, aunque se firmó en 1944 en realidad empezó a funcionar hasta aquella década.
“Se cumplió puntualmente durante casi 50 años gracias a que existía un orden y administración del agua sumamente eficiente tanto por parte de la Secretaría de Recursos Hidráulicos como la secretaría que le sucedió, que fue la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos”.
Quiroga Álvarez recordó que no se tenía, entonces, sobreexplotación del agua en la cuenca del río Bravo ni en todo el país, porque había una autoridad que incluso llegó a tener una Policía Hidráulica.
“Había orden en las extracciones, desgraciadamente se degrada el nivel de la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos y se crea apenas una dirección general, ni siquiera una subsecretaría, se baja de rango el que considero yo, es el tema más importante de la vida pública del país, no es el petróleo, es el agua”.
Explicó que al haberla degradado, además achicaron a la institución, la Comisión Nacional del Agua, al dejarla con el mínimo personal y por lo tanto no es capaz de darle seguimiento a las extracciones “y cada quién se despacha con la cuchara que quiere”. Un problema serio que está impactando la cuenca del Bravo, y por ende a Tamaulipas.
“De pronto (el agua) ya no llegó porque aguas arriba los ríos que son los afluentes del cauce principal del Bravo se sobreconcesionaron, se sobreexplotaron y ahora ya no es posible cumplir con el Tratado con Estados Unidos, que se paga en 431.7 millones de metros cúbicos al año y se mide en ciclos de cinco años”.
Lo anterior significa que en los primeros cuatro años se puede ir quedando a deber, pero se va acumulando la deuda y al quinto se tiene que pagar todo. “Ahorita al tercer año ya debemos casi 700 millones de metros cúbicos, es muy complicado y el director de Asuntos Binacionales de la Conagua dice que le apuesta a un ciclón en esa región, fenómeno que en promedio se presenta una vez cada 15 ó 20 años”.
Raúl Quiroga manifestó que el verdadero problema no es el cambio climático sino la sobreexplotación, pues se dio mucha más agua de la que los ríos pueden ofrecer.
“Debemos tener una secretaría de recursos hidráulicos en el país, regresarle la dignidad y jerarquía a la institución federal responsable de administrar el agua, requerimos una institución fuerte”.
El origen de los males
A las presas internacionales La Amistad y Falcón llegan los escurrimientos de seis ríos mexicanos y otros de Estados Unidos, pero los volúmenes ya no fluyen como hace décadas porque se dieron muchos títulos de concesión, expone el director de la CEAT.
Vislumbra que si ahorita se complica pagar a Estados Unidos el agua, en tres años que se cierren cuentas será más difícil cubrir un rezago mucho mayor.
Históricamente Chihuahua ha aportado el 53% del agua que necesitan los tamaulipecos y que requiere el país para cumplirle al vecino. El funcionario afirma que “ellos sí tienen agua que les sobre y está comprobado”.
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En diciembre pasado Conagua inició la extracción de la presa Luis L. León pero la cerraron a los tres días y eso perjudica el cumplimiento del Tratado y la disponibilidad para Tamaulipas.
El servidor público mencionó que años atrás se promovió una controversia constitucional debido al incumplimiento del Tratado, pero los ministros consideraron que Tamaulipas como gobierno no era directamente perjudicado sino los usuarios del agua. Los productores a su vez, tienen por lo menos tres amparos vigentes.
Actualmente se busca elaborar un reglamento que especifique claramente cómo se debe mover el agua de las presas en la cuenca del Bravo. “No vamos a cejar en el empeño de defender los derechos que le corresponden a Tamaulipas; si hay agua en la parte de arriba (en Chihuahua) y sin que les quitemos un metro cúbico, todo lo que requieran lo utilicen, pero lo que sobre, no tiene sentido dejarlo, a eso apuntamos nosotros”, concluyó.
ACGCH