La llamada Ley Antichancla fue aprobada en Comisiones de la Cámara de Diputados. En este grupo de legisladores está la tamaulipeca Mariana Rodríguez Mier y Terán quien votó a favor de la iniciativa que busca prohibir los castigos corporales y humillantes hacia los niños; en su opinión esto es un gran avance para la niñez, a quien se le debe educar con amor.
Este día, en la reunión de las Comisiones Unidas de Derechos de la Niñez y Adolescencia, y de Justicia, se aprobó el dictamen relativo a la minuta con proyecto de decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.
Las reformas de la ley antichancla buscan prohibir el castigo corporal y humillante como método correctivo o disciplinario a niños, niñas o adolescentes. Primero fue aprobada en la Cámara de Senadores.
“Celebro la definición muy clara y precisa que está quedando en nuestra legislación en lo que tiene que ver con lo que es específicamente los castigos físicos, los castigos corporales y los castigos humillantes, para que no haya duda de lo que estamos hablando. Celebro mucho la aprobación de este dictamen”.
Educar de forma amorosa
Expresó que esta iniciativa marca un antes y un después en la cultura de la educación hacia niñas, niños y adolescentes, además el país estará a la par de los cambios que se han dado desde las convenciones internacionales, en donde los niños, las niñas y los adolescentes ya no son tratados como objetos, sino como sujetos de derecho.
“El cambio cultural que debemos hacer también hacia los miembros de las familias y de cómo se debe corregir y educar de manera amorosa, de manera empática y de manera cuidadosa a niñas, niños y adolescentes, tendrá que ir permeando poco a poco en la sociedad”.
La diputada federal por Tamaulipas dijo que no se trata de castigar a los padres, sino de ver una nueva forma de educar a los hijos y que sea para el bien de toda la infancia y para el bien del país.
“No se intenta de, para hacerlo punitivo hacia los padres y las madres y los tutores y quienes ejerzan la patria potestad o quienes tengan el cuidado de los menores de edad, sino para que entre todos, entre toda la ciudadanía y la sociedad, gobierno y sociedad civil y familias, podamos proteger lo más valioso que tenemos, que es nuestra infancia”.