Tania Eréndira Meza: activista, académica, periodista y exfuncionaria municipal

LADO B

“El activismo va a donde tu vayas cuando de verdad te asumes activista”

Tania Meza Escorza, concejala municipal de Pachuca. (Jorge Sánchez)
Alejandro Reyes
Pachuca /

El 15 de diciembre, cerca de las diez de la noche y a unos pasos del Reloj Monumental, Tania Eréndira Meza cerró un capítulo en su vida de activista, académica y periodista: el de funcionaria municipal.

Encabezó por tres meses el Concejo Municipal Interino de Pachuca, en el que por primera vez el Ayuntamiento estuvo conformado en su mayoría por mujeres, creó una secretaría dedicada a este sector de la población y abrió la Casa del Periodismo y las Letras Miguel Ángel Granados Chapa.

Es licenciada, maestra y doctora en comunicación y ciencias políticas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). De sus 46 años de vida 25 los ha dedicado a la defensa de los derechos humanos y ha sido reconocida como activista, académica y periodista.


¿Quién te nombró Tania?

Mi mamá me puso los dos nombres porque como nací en el periodo de la Guerra Fría, entonces Tania es un nombre ruso emblemático, aparte una guerrillera de la Revolución Cubana su nombre de batalla era Tania, y Eréndira es un nombre indígena, un nombre purépecha que significa princesa guerrera, por eso mi mamá me escogió esa mezcla de nombres.

¿Qué haces en tus tiempos libres?

Hace mucho que no tengo tiempos libres –ríe- porque además soy mamá de una niña adolescente, entonces quienes maternamos no tenemos ratos libres, ésa es la realidad. En general me gusta leer, más que hacerlo en ratos libres trato de buscar el espacio para hacerlo.

¿Y qué lees?

De todo, pero particularmente me gusta mucho leer teoría social, también me gusta mucho leer historia y la literatura la disfruto mucho.

¿Cuál es tu libro favorito?

Yo podría señalar el libro de Marcela Lagarde, que es una filósofa mexicana que se llama Los cautiverios de las mujeres, es un libro de mil páginas de teoría social feminista, me gustó mucho y sobre todo ese libro hizo un cambio en mi vida.

¿Cómo fue tu niñez?

Muy sui generis, mi mamá por ejemplo no me dejaba ver televisión, había que estar leyendo siempre y cada vez libros más complejos. La música que se escuchaba era clásica, no conocí la típica música infantil; de pronto no me creen que yo nunca vi un capítulo del Chavo del ocho ya hasta que estuve en la carrera de comunicación y que ahí me hicieron hacer un análisis, pero nunca lo vi en mi infancia, no vi Chabelo ni Siempre en Domingo, pero al final a mí me benefició tener una infancia muy cargada hacia lo intelectual y muy poco convencional.

¿Qué es lo que más recuerdas de tu vida universitaria?

La huelga de la UNAM –ríe- en el 99, la huelga la recuerdo mucho, fue una etapa muy buena para mí y las amistades claro, son las cosas que más recuerdo.

¿Qué acontecimiento marcó tu vida?

Yo creo que lo que me marcó fue el iniciar el acompañamiento de víctimas de violaciones de derechos humanos tan joven.

¿Qué has disfrutado más, el activismo, la academia o el periodismo?

Las tres las he disfrutado mucho, pero el activismo va a donde tú vayas cuando de verdad te asumes activista, el activismo no lo voy a dejar, eso no se deja, es una causa de vida.

¿Cómo te sentiste los últimos tres meses como funcionaria?

Muy bien, la verdad es que muy bien, nunca me había imaginado como funcionaria de alto nivel, en este caso municipal, la verdad es que sí me gustó mucho la experiencia.

¿Cómo fue gobernar Pachuca cien días?

Fue muy vertiginoso, personalmente fue un proceso de mucho empoderamiento porque me di cuenta que sí puedo hacer las cosas.

¿A quién admiras?

Admiro a las mujeres en el poder, admiro a Michelle Bachelet, Cristina Fernández, Angela Merkel, admiro a las mujeres que están en los más altos puestos de poder político, son en este momento las figuras para mí.

¿Qué música escuchas?

Escucho música clásica, es una cuestión de formación porque como esa era la única permitida en la infancia la asocio con los buenos momentos de mi niñez y sí conozco a los autores.

Eres activista, catedrática, periodista, funcionaria por tres meses, ¿qué más te falta ser?

Pues –ríe- me falta descansar yo creo, nunca tuve vicios, no me gustaban las fiestas, no tomaba, no fumaba, no me metía drogas y entonces esto me hizo no perder tiempo y yo misma me aceleré mucho entre estudiar, trabajar y el activismo, entonces agarré un ritmo a los 20 años que ahorita a los 46 ya me cuesta trabajo mantener, vengo de 25 años en el activismo, de no parar porque desafortunadamente los casos de violaciones a derechos humanos no paran.

¿Cómo te ves en un futuro?

Pues más vieja y más sabia –ríe-, eso espero, yo sí me veo en la política, ahorita que di el paso en el Concejo sí me gustó mucho.


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