Con un índice de letalidad de 2.71 por ciento mayor que el nacional, los internos en prisiones federales estatales y militares integran uno de los grupos más vulnerables del país, que en 103 días ha registrado 607 personas contagiadas por coronavirus, de acuerdo con el reporte más reciente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, hasta el 23 de junio.
De acuerdo con información de la Tercera visitaduría de la CNDH, el índice de letalidad nacional que mide el número de muertes por covid-19 divididas entre personas confirmadas con la enfermedad, es de 12.21 por ciento mientas que el índice en prisiones es de 14.99 por ciento con lo que se comprueba que, como han señalado los colectivos en defensa de los derechos de las personas privadas de la libertad,no se han dado las condiciones para preservar la seguridad de este sector de la población.
De una población total de 207 mil 890 personas privadas de la libertad a nivel nacional en prisiones federales, estatales y militares, del 12 de abril a la fecha se ha registrado 607 casos confirmados acumulados más 213 casos sospechosos, 91 decesos y 110 personas recuperadas.
Este reporte indica que en los Ceresos (Centro de Reinserción Social) hay 562 reos contagiados mientras que en Ceferesos (Centros Federales de de Readaptación Social) hay 44 y en prisiones militares 1. Acerca de sospechas de contagio, en Ceresos hay 196, en Ceferesos 12 y en prisiones militares 7 y, registros de defunciones sospechosas hay 47 en Ceresos.
“Este alto nivel de contagios es algo que nos esperábamos, sin embargo la opacidad de las autoridades así como su poca celeridad y eficiencia en los protocolos de atención así como los testimonios de los familiares de las población penitenciaria nos indica que hay un subregistro.
Lo que nos ha informado la CNDH es que hace monitoreo con información que todos los días envían los sistemas penitenciarios, pero al no tener datos confiables, nosotros no podemos avalar estas cifras”, dice en entrevista con MILENIO María Sirvent, directora ejecutiva de Colectivos como Documenta, Análisis y acción para la justicia social A.C.
Desde su perspectiva la celeridad de contagios y muertes es mucho mayor en este sector de la población por el contexto de encierro “donde no se puede guardar la sana distancia y no hay productos de higiene, sobre todo porque al restringir la visita familiar estas personas no tienen acceso a ellos.
“Las cárceles no se cateterizan por ser limpias lo que provoca que los contagios corran más rápido; no hay datos, no hay información, no se sabe qué tipo de atención médica se les da, si los sacan a hospitales, si hay respiradores para ellos”, señala.
Si bien la autoridad federal dio a conocer un protocolo de medidas preventivas que contempla, entre otras cosas la suspensión o restricción de la visita y de la visita conyugal, uso de cubrebocas, lavarse las manos y uso de gel antibacterial, entre otras, los familiares de esta población ha dado testimonio de sus principales preocupaciones:
“Se encuentran en aislamiento, tienen otros padecimientos que no han sido bien atendidos, los brotes de hepatitis u otras enfermedades en los centros, no hay un adecuado control de plagas en las instalaciones, la falta de medicamento y malos tratos por parte del personal”, indica una encuesta aplicada a 815 familiares entre el 1º de abril y el 15 de mayo.
FS