El Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) agradeció al Senado de la República recibirlos en la reunión exprés esta tarde, para escuchar su opinión sobre la reforma electoral, en donde los vocales distritales advirtieron que el llamado Plan B propone reducir cinco a uno y darles empleo temporal; además, detallaron los riesgos de los cambios que atentan contra las elecciones confiables, mientras el senador Ricardo Monreal ofreció un segundo encuentro.
MILENIO confirmó que desde el martes, Ricardo Monreal abrió la puerta para esta reunión, a pesar de que este miércoles el consejero presidente Lorenzo Córdova dijo que seguían esperando poder ser recibidos. Mientras algunos integrantes del Consejo General aseguraron que fueron notificados con poca anticipación, por lo que incluso algunas consejeras llegaron tarde y Uuc-kib Espadas y Martín Faz no lograron asistir.
La Junta Local del Estado de México acudió a apoyarlos para que fueran los propios trabajadores técnicos los que explicaran a las y los senadores los riesgos de la reforma y los impactos directos a la organización de las elecciones.
En su cuenta oficial, el INE informó que los vocales distritales y la junta local explicó sus funciones en todo el país, para organizar elecciones confiables y proteger el padrón electoral. Y señalaron que el senador Ricardo Monreal pidió el informe completo de los riesgos de la reforma que el INE presentó el pasado 25 de enero en el Consejo General, e incluso, propuso una siguiente reunión con las y los consejeros.
Algunos de los integrantes del Consejo General agradecieron la apertura del Senado, que no tuvieron por parte de la Cámara de Diputados, como la consejera Carla Humphrey.
“Agradezco al Senado, al presidente de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal y a sus integrantes la apertura para analizar la reforma electoral. El diálogo, la pluralidad de ideas y el debate son atributos de la democracia, así como el respeto a la legalidad, la justicia y la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”.
Mientras el consejero Ciro Murayama escribió que “desde el INE, no podemos sino agradecer al Senado, a su Junta de Coordinación Política, su disposición al dialogo y apertura a argumentos eminentemente técnicos sobre la reforma electoral.
“Como corresponde en democracia, el diálogo respetuoso es la base de la concordia y el entendimiento. Consejeros y funcionarios del INE acudimos al Senado a exponer opiniones técnicas sobre la reforma electoral. Un órgano autónomo y un Poder de la Unión”.
Y en un hilo de Twitter explicó algunos de los argumentos que los trabajadores del INE expusieron a las y los senadores, como que la reforma compromete el padrón electoral, base de toda elección confiable y los módulos de atención se irían a oficinas de gobierno; y se afecta la integración de mesas directivas de casilla.
“La mayoría de los ciudadanos que fueron funcionarios de casilla en 2021 tenían menos de 30 años. Ahora la reforma busca que sean adultos mayores. Desaparecen los profesionales de reclutamiento y capacitación de supervisores imparciales para integrar casillas
“Para el 2024 el INE debe repartir más de 300 millones de boletas electorales. Los profesionales que hacen ese trabajo desaparecen con la reforma. Además se pone en riesgo que se recuperen los paquetes electorales una vez concluida la votación. La reforma impide que los Capacitadores Asistentes Electorales (CAEs) del INE apoyen a los ciudadanos presidentes de casilla a regresar el paquete electoral. El grueso de los paquetes regresan por el apoyo de los CAEs”.
También escribió sobre cómo se dispara el riesgo de anular casillas por cambios como, por ejemplo, que la reforma ahora permite que “los partidos sustituyan a sus representantes (más de dos millones) de casilla un día antes de la votación. Pero el paquete lo recibió el presidente de casilla cinco días antes de la elección. Así, no se sabe quién sí es representante acreditado y quién no.
“Entonces, si se niega el acceso de un representante acreditado, se anula la votación de toda la casilla. Si entra alguien no acreditado, también se anula la casilla. Se trata de un cambio innecesaro y peligroso. Y vienen los cómputos: se despide a los vocales de organización. Ellos organizan los cómputos distritales y los frecuentes recuentos de votos”.
Murayama recalcó que la reforma afecta al padrón, a la instalación de casillas y al conteo de votos, pues “toda la cadena de confianza de una elección confiable se ve lastimada por la reforma electoral. Lo afirman los técnicos. Si se suprimen los vocales secretarios del INE no habrá quién sustancie procedimientos de quejas entre partidos. Tampoco quién haga todas las notificaciones a partidos, candidatos y ciudadanos. Ni quién levante las actas de cada acto y decisión del INE para cumplir a ley”.
Y puso como ejemplo que en las elecciones que se llevan a cabo en el Estado de México, la elección se organiza desde una Junta local y 41 juntas distritales del INE, “en la zona metropolitana del estado hay 28 distritos, donde se instalan 13 mil 500 casillas. Ese trabajo lo haría una sola oficina auxiliar: es inviable”.
EHR