La virulencia del covid-19 terminó de fragmentar el desequilibrado modelo económico sobre el que giraban nuestras sociedades, dejando sin empleo a más de 400 millones de personas en el mundo, de acuerdo con datos de la Organización Internacional del Trabajo.
Frente a esta circunstancia, la ciudadanía, ya desencantada de los sistemas democráticos, encuentra pocas alternativas, afirma la socióloga María Marván Laborde:
“Hay tres posibilidades: soluciones populistas, que suelen ser autoritarias; soluciones francamente autoritarias, o tratar de relegitimar a la democracia desde la democracia. Yo espero que apostemos, en México y en el mundo, por esta última”.
Primera y única mujer en asumir la presidencia del desaparecido Instituto Federal Electoral (IFE), especialista en asuntos políticos, electorales, de transparencia y acceso a la información, catedrática universitaria, Marván Laborde advierte:
“Nos encanta decir: ‘a la gente no le gusta la democracia’, pero seamos más cuidadosos cuando hacemos tales afirmaciones; que la democracia nos queda a deber en muchas cosas, entre ellas la seguridad económica, es cierto, pero si repetimos constantemente que ya no sirve, lo que estamos haciendo es una profecía que se autocumple”.
¿Qué tendría que hacerse para fortalecer a la democracia desde la democracia?
La ciudadanía tendría que asumir la responsabilidad de participar, de ser crítica; todos tenemos la obligación de exigirle a los políticos. Desde la política, tenemos que ponernos a pensar en un nuevo modelo de seguridad social, en un nuevo Estado de bienestar que garantice y equilibre, al mismo tiempo, la iniciativa privada con la responsabilidad en los gobiernos de garantizar ciertos mínimos a todos los ciudadanos, y eso se llama vía impositiva… Si no empezamos a darnos cuenta de la necesidad de programas sociales que apuntalen la educación, la salud y la seguridad, no podremos replantear una sociedad con buenas perspectivas de futuro.
Creo que parte de lo que refleja la crisis sanitaria es la debilidad de los sistemas de salud en el mundo. Ciertamente, no podríamos pedirle a ningún país, en ningún momento, que estuviera preparado para la virulencia del virus, valga la redundancia, pero sí tenemos que reconocer que hay gran debilidad en los sistemas de salud públicos, porque en términos generales, a partir de la caída del Muro (de Berlín) en 1989, se pensó que el gasto social de los gobiernos era prescindible o podía reducirse al mínimo.
¿Qué piensa de las críticas del Presidente al Instituto Nacional Electora?
Pienso que debería de reconocer que él fue elegido con una ley electoral y con un grupo de instituciones, porque no nada más es el INE, están también el Tribunal Federal Electoral y la Fepade, en una elección justa y equitativa, hecha conforme a la ley en donde quien gana es reconocido como ganador y llega el poder y quien pierde lo admite y entrega el poder. Es importante que los mexicanos reconozcamos que sí vivimos en una democracia electoral procedimental —como diría (Norberto) Bobbio— que garantiza elecciones en condiciones de equidad y con una autoridad justa. ¿Eso quiere decir que los partidos no hacen trampa? No, y eso no es responsabilidad del INE. Los partidos, triste y dolorosamente, siguen teniendo malas prácticas, siguen tratando de hacer trampa, sigue tratando darle la vuelta a la ley y lo más que puede la autoridad electoral es detener o corregir esas malas prácticas, entre ellas la compra y coacción del voto, o repartir despensas, o que no haya transparencia en los padrones de programas sociales.
En la actualidad, los partidos políticos de oposición se encuentran debilitados. ¿Es posible pensar en un sistema democrático sin su participación?
En un país de más de 120 millones de personas, en donde cualquier hombre o mujer mayor de 18 años tiene posibilidad de voto, no existe forma posible de organizar una democracia que no sea a través de partidos políticos, y de partidos políticos fuertes. El hecho de que López Obrador haya ganado mayoría absoluta no lastima pero tampoco hace mejor nuestra democracia, es un hecho fortuito que se da en una condición democrática. Los partidos (de la actual oposición) quedaron en una situación de debilidad y es su responsabilidad fortalecerse, reivindicarse y hacer un trabajo digno en el Congreso. A veces los hemos visto desdibujados y no nos gusta verlos así porque no hay democracia sin pluralidad de partidos y no hay democracia sin oposiciones, puede ser una sola oposición; es decir, puede haber democracia en un sistema bipartidista (México nunca ha tenido un sistema bipartidista por eso es que hablo de oposiciones). Sí preocupa mucho el lenguaje de polarización y de descalificación no solo a las oposiciones sino a cualquier grupo político o social que se oponga o exprese una opinión crítica a decisiones del Presidente, de su gobierno o de su partido.
¿Cómo fortalecer al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) cuando el Ejecutivo no está a gusto con su existencia?
El INAI es una institución de contrapoder, entonces si no le gusta al señor Presidente o al señor gobernador o a la señora presidenta municipal, seguramente es porque (el INAI) está haciendo bien su trabajo y la forma en que podemos fortalecerlo es utilizándolo, seguir exigiendo que entreguen información, haciendo preguntas, haciendo periodismo de investigación a través de solicitudes y de muchos otros mecanismos para denunciar los abusos del poder. El INAI es una institución que nació para ser incómoda, el día que deje de incomodar entonces nos preocupamos.
¿Cómo afectan la vida democrática las noticias falsas?
Las fake news son lamentables, hacen mucho daño, pero son parte de la libertad de expresión nos guste o no nos guste y no se me ocurre una manera eficiente de prohibirlas o castigarlas, la única manera que realmente funciona para combatir a las fake news es a través de información verificada; tenemos ejemplos de medios muy responsables que se dan a la tarea de verificar la información y que de manera más o menos rápida alertan a quienes están consumiendo fake news o hechos no comprobados.
Por último, ¿cómo observa la evolución de los movimientos sociales en nuestro país?
México ha logrado una democracia procedimental respetable, ¿eso quiere decir que el país ya no tiene problemas? No, desde luego que no; hay muchos grupos de la sociedad civil preocupados por reivindicar derechos, porque no haya discriminación, por avanzar en las luchas feministas, por ampliar las libertades, pero también veo que hay ciertas resistencias de factores de poder que no quieren o que amenazan esas libertades conquistadas.
PerfilMaría Marván Laborde
Investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.Estudió Sociología en la UNAM y cursó la maestría y el doctorado en New School for Social Research de Nueva York. Fue consejera presidenta del IFE y comisionada presidenta fundadora del INAI. Entre otros, es autora de los libros Aquí mandamos (obedecemos) todos y La corrupción en México: percepciones, prácticas y sentido ético.
Frases
"Nos encanta decir: ‘a la gente no le gusta la democracia’, pero seamos más cuidadosos cuando hacemos tales afirmaciones”"Es responsabilidad de los partidos políticos fortalecerse, reivindicarse y hacer un trabajo digno en el Congreso”
"El INAI es una institución que nació para ser incómoda, el día que deje de incomodar entonces nos preocupamos”
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